Luego de que delincuentes ingresaran a las instalaciones de TC Televisión en Guayaquil, en la capital le violencia se replicó con algunos desmanes. Hubo saqueos y se reportaron disparos en varios sectores.

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Pero el terror en Quito se inició la noche del 8 de enero. La Unidad de Policía Comunitaria de Llanos 1, en Calderón, al norte, lucía vacía. Solo estaba parqueado un patrullero y una moto.

Aquí trabajaba el suboficial Alberto Gómez, quien fue secuestrado la noche del lunes y aún no se conoce su situación.

Los vecinos del sector, como Sergio (nombre protegido) contó que a las 21:00, un joven se acercó al lugar para pedir auxilio. Gómez salió para atenderlo, pero tres sujetos con mascarillas se bajaron de un Nissan concho de vino, sin placas, y lo sometieron. Lo subieron al auto y se marcharon.

Luego, en un chat comunitario, se difundió un video en el que el suboficial imploraba por su vida mientras tres sujetos le apuntan con pistolas.

Hasta el cierre de esta edición, la Policía no ha indicado qué pasó con el gendarme.

A la par, en una gasolinera ubicada en Chillogallo, en el sur de Quito, hubo la alerta de un automotor incendiándose y con dos cilindros de gas en su interior.

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Marlene Moreira tiene un restaurante cerca y comentó que un taxista había visto que dos sujetos abandonaron el auto cerca de la gasolinera. Esperó a que se vayan y avisó a los despachadores del lugar. Ellos apagaron el fuego con extintores y llamaron a la Policía.

Ante esta situación, Ana Minga, experta en seguridad, señaló que los Grupos de Delincuencia Organizada (GDO) están enviando un mensaje de advertencia a la ciudadanía de el poder que tienen.

Recomendó a la ciudadanía no debe acudir a centros comerciales o plazas donde se podrían desarrollar enfrentamientos entre los grupos criminales y las autoridades.

Por ejemplo, en los Centros Comerciales del Ahorro, ubicados en El Tejar, personas desconocidas ingresaron para intentar robar algunos locales. Los guardias y policías controlaron la situación y cerraron el establecimiento.

Además, en el Centro Histórico se reportaron disparos. Los ciudadanos que transitaban por la zona corrían para buscar resguardo y personal de las entidades municipales permanecían dentro de sus oficinas.

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