SUSCRÍBETE
Diario Extra Ecuador

Actualidad

Cierres viales que incomodan a los quiteños

Al momento existen 11 puntos en la capital que han requerido esta medida, debido a los trabajos que se realizan por la construcción del Metro. Los comerciantes de los sectores aledaños son los más perjudicados.

Un estrecho espacio permite a los transeúntes acceder a un tramo de la avenida América.

Un estrecho espacio permite a los transeúntes acceder a un tramo de la avenida América.Ángelo Chamba, Karina Defas / EXTRA

Publicado por

Creado:

Actualizado:

El fuerte ruido de las máquinas impide que las personas logren conversar o concretar alguna venta en la avenida América, entre Antonio de Marchena y La Gasca, en el centro-norte de Quito. Sin contar con la caminata que se debe hacer para llegar a alguno de los negocios de esta zona. Así lo afirmó Danny Robles, propietario de uno de las comercios que existe en el sector.

“Las ventas han bajado al menos un ochenta por ciento en la mayoría de locales, tuve que pedir al dueño de casa que me baje el arriendo por un tiempo”, sostuvo el morador.

En esta zona se construye la estación Universidad Central del Metro de Quito, lo que produjo el cierre de un tramo de la avenida América. Esta es una arteria importante para el flujo vehicular de la ciudad, por lo que los conductores deben tomar la calle Versalles (paralela a la América) para avanzar hacia el norte de la urbe.

Para ir hacia los túneles, lugar que permite el paso al centro y sur de la capital, hay que desviarse por la Gasca, para salir a la Eustorgio Salgado hasta el redondel de Miraflores.

Según los usuarios del transporte que circula por la zona, antes del cierre, este tramo tomaba alrededor de 4 minutos, ahora se triplica, pues las calles donde se han improvisado los desvíos son mucho más angostas que la América.

Pero Robles contó que este aumento de tiempo y recorrido para la circulación no solo ha afectado a los vehículos, sino a los peatones. “Para llegar acá tienen que caminar como tres cuadras rodeando la construcción. Entonces la gente ya no viene, a menos que necesite algo específico de alguno de los locales”, sostuvo.

En ello coincidió Karen Álvarez, quien atiende un local de comida en la zona. “Antes vendíamos unos 400 dólares, ahora sale la mitad de eso”, dijo la vecina. La inseguridad es otro de los problemas del sector, puesto que ahora deben cerrar más temprano que antes para evitar los robos.

“El poco espacio y la oscuridad permiten los asaltos a los pocos transeúntes”, manifestó Robles.

Los trabajos

Así como en la zona de la Universidad Central, existen diez puntos más en la ciudad donde se requirió cerrar calles para la construcción de estaciones, salidas de emergencia, pozos de ventilación e ingreso a estaciones, según la Empresa Metro de Quito.

Estos cierres están ubicados en Jipijapa, Iñaquito, La Pradera, La Carolina, Universidad Central, Sector Asamblea Nacional, La Alameda, San Francisco, Rodrigo de Chávez (en diferentes frentes), El Recreo, Morán Valverde y Cardenal de la Torre.

Todos estos trabajos se han realizado en conjunto con la Agencia Metropolitana de Tránsito y la Secretaría de Movilidad, para causar la menor afectación posible a la ciudadanía. Aunque en sectores, como la Rodrigo de Chávez, al sur de Quito, existe molestia, pues subir desde el barrio La Villaflora hasta la Mariscal Sucre toma alrededor de 15 minutos, debido a la congestión vehicular.

Por su parte, Patricio Pérez, coordinador del Centro de Gestión de la Movilidad, afirmó que los puntos más conflictivos en cuanto a movilidad son los de La Universidad Central, La Pradera, Jipijapa y Morán Valverde. “El flujo vehicular es alto en estos sectores y presentan más problemas”, comentó.

Aseveró que el control de estos puntos se maneja interinstitucionalmente con la Empresa Metropolitana de Obras Públicas y el Metro de Quito. “La Emmop coloca o retira semáforos donde amerite y la Agencia Metropolitana de Tránsito se encarga de enviar agentes a cada uno de los puntos”, informó.

Según el funcionario en cada sector se asignan aproximadamente 50 uniformados, dependiendo de las necesidades de movilidad de cada sitio. “Siempre estamos monitoreando las zonas que necesitan control”, aseveró.

Las vías se irán habilitando de acuerdo al término de las obras en cada punto, por lo que el funcionario pidió paciencia a los ciudadanos hasta que el flujo de la movilidad se restaure.

Al momento existen 62 frentes de obra en toda la ciudad.

“Cada uno de los cierres tiene fechas variables de reposición, acorde a los trabajos que se están realizando en cada uno de ellos”, reiteró la empresa Metro de Quito. Esta es la esperanza que tienen los vecinos de la avenida América, a quienes les dijeron que en mayo de este año se normalizaría la circulación en su sector.

La duración de los trabajos en estos lugares oscila entre uno y seis meses, siendo hasta ahora el más largo el que se realiza en La Pradera, que demoraría seis meses en concluir por sus cinco fases.

tracking