Sergio Moreno se alistaba para salir a trabajar cuando sintió que se movió violentamente luego de escucharse un estruendo. El hombre, de 64 años, bajó del segundo piso de su casa, en La Argelia, sur de Quito, a ver lo que había pasado y se topó con una escena terrible.

La deflagración de un cilindro de gas en la cocina causó que las paredes se cayeran y quedaran solo escombros. “Por el polvo no lograba ver bien dónde estaba mi esposa. Cuando la encontré, estaba sangrando”, detalló Sergio ayer 20 de diciembre tras los hechos.

La desgracia ocurrió poco antes de las 06:00 luego de que Carmen Chuquimarca, pareja de Sergio, bajó a preparar el desayuno. “Yo trabajo en el área de la construcción. Estaba por irme a Calderón (norte de la ciudad) y pasó esto que nos dejó en la calle”.

El fogonazo no solo afectó a Chuquimarca, sino también a Ricardo e Israel Moreno, de 30 y 13 años respectivamente, quienes son hijos de Sergio.

David Carvajal, jefe del Cuerpo de Bomberos del Distrito Sur, contó a EXTRA que los pacientes resultaron con quemaduras de primer y segundo grado en rostro, cuello y manos. “Fueron estabilizados y llevados a diferentes casas de salud”, informó.

El oficial añadió que luego de atender a los afectados, se hicieron indagaciones para saber qué causó la fuga de gas de uno de los cilindros.

La deflagración destruyó la casa de Sergio, así como de la de dos hermanos más. En total, tres familias fueron perjudicadas.

Solamente una de las viviendas quedó habitable. El resto tendrá que ser demolido, porque las estructuras se dañaron por la fuerza de la detonación.

Hasta este 20 de diciembre todavía se realizaban labores de limpieza de los escombros y se esperaba que los perjudicados fueran socorridos por las autoridades.

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