Cuando se anunció que ya se había seleccionado un operador para el Metro de Quito, los quiteños retomaron la esperanza de que funcione este año.

Pero no. El 4 de agosto, el proceso con Metro Medellín y Transdev se cayó, poniendo en vilo, de nuevo, al proceso que lleva, al menos, tres años de retraso. Es por eso que, invitado por EXTRA, el astrólogo y vidente Cosmo Papi acudió a las cocheras del Metro, ubicadas en el sector de Quitumbe, para quitarles la salación.

El vidente fue preparado con sahumerios, velas, amuletos, agua bendita y un huevo para hacerle la limpia. Tuvo que ser desde afuera, porque la empresa no aceptó la solicitud de este Diario para realizar el procedimiento en los vagones.

EL PROCESO MÁGICO

Cosmo Papi primero se colocó su túnica blanca. Encendió un atado de hierbas de romero, salvia y lavanda para ahuyentar a los malos espíritus.

“Las hierbas medicinales nos ayudan a desterrar las malas energías que pueden estar retrasando su funcionamiento”, dijo.

Sopló el humo hacia los vagones que se podían ver estacionados. “¡Shu!, energía negativa, al sobreprecio, al demonio de la codicia que convirtió al Metro en su guarida!”, gritó.

Pero eso no era todo. También sacó de su maleta agua preparada con rosas, romero, lavanda y ruda. “Estas son importantes para bendecir a estos trenes”, explicó.

Tomó varias bocanadas para luego lanzarlas hacia los estacionamientos para eliminar los pensamientos pesimistas de los quiteños. “También nos dejamos llevar por todos estos problemas y habrá quienes ya maldigan al Metro”, aseveró.

UN MALEFICIO

Pero la hora de la verdad llegó después. Fue necesario acercarse a otra parada para poder tocar al menos sus paredes.

Más al norte, en la estación ubicada en la avenida Cardenal de la Torre, Cosmo Papi pasó un huevo de gallina sobre el logo del Metro en sentido de las manecillas del reloj.

Comentó que el huevo tiene la capacidad de encapsular las malas energías en su interior. “De esta manera se tiene un renacer limpio de maldiciones”.

Había que romperlo en un vaso de agua con sal. “Huevo roto y que se va al fondo del vaso es un mal presagio”, dijo.

Además, vio algunas figuras en el agua que, según él, delatan el mal de ojo en el proceso. Sin embargo, contó que con esta limpia la esperanza de usar el Metro puede renovarse.

LOS PROBLEMAS

A pesar de que la obra civil ya está en el 99, 4 %, no se ve la hora de que entre en funcionamiento. El 4 de agosto pasado se descartó al consorcio franco colombiano como operador, después de 19 días de ser anunciado.

El precio fue la causa, pues se detectó una inconsistencia en la oferta presentada por el consorcio.

Según Efraín Bastidas, gerente del Metro de Quito, en las prácticas internacionales no había cambios en la fase de negociación de la etapa precontractual. Pero de que hay Metro en diciembre, hay, no pararon de prometer.

“La oferta presentada no incluía los montos atribuibles a la inflación, que siempre deben estar presentes como exige la normativa ecuatoriana”, dijo.

Sin embargo, para Mauricio Alarcón, abogado experto en contratación pública, quizá esa promesa no se cumpla, pues solo en este proceso de adjudicación han pasado cuatro meses. “Otra de las implicaciones es que hemos perdido seriedad y quizá no tengamos nuevos oferentes”, comentó.

A esto se suma que cada día que pasa sin funcionar este sistema representa millonarias pérdidas para la ciudad, pues “no se ha recuperado ni un centavo de la inversión” de los 2.000 millones de dólares.