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Los cuerpos pertenecerían a Érika Guapi y Dana Muriel, ambas accidentadas en Oyacachi, el pasado 15 de junio.Cortesía

¡Reconoció el cuerpo de su hijita por los dientes!

Cuando Jazmín Muriel vio el cuerpo de su hija Dana sobre las rocas sintió que su corazón se aceleraba. Con temor se acercó al cadáver desnudo y se soltó a llorar con desesperación. “Era ella. La pudimos reconocer por su dentadura”, dijo ayer Muriel, ma

Cuando Jazmín Muriel vio el cuerpo de su hija Dana sobre las rocas sintió que su corazón se aceleraba. Con temor se acercó al cadáver desnudo y se soltó a llorar con desesperación. “Era ella. La pudimos reconocer por su dentadura”, dijo ayer Muriel, madre de la infante, de 6 años.

La tarde del miércoles pasado, otros dos niños accidentados en el río Oyacachi, en El Chaco, fueron hallados en un sector llamado San Rafael. A simple vista, los parientes supieron que se trataba de Dana y de Érika Guapi, pero las identidades se comprobarán mediante un examen de ADN.

Hasta el momento se han encontrado a seis de los nueve estudiantes fallecidos, aparte del conductor de la camioneta que se precipitó en el río, el 15 de junio pasado.

La enterraron rápido

El llanto de Jazmín no cesaba, pero era necesario sacar los cadáveres de ambas niñas. Un helicóptero de la Policía hizo el trabajo. Los rescatistas engancharon una camilla en un extremo de un cable y sobrevolaron con Muriel y Guapi para llevarlas al cementerio de El Chaco.

“Ella tenía algunos dientes curados y otros estaban dañaditos”, confesó Muriel, de 25 años, quien formó parte de los equipos de búsqueda. El mismo drama se vivió en la morgue del camposanto, donde fue enterrada rápidamente, a las 06:00, del pasado 8 de septiembre.

Jazmín no podía dar mayores detalles porque se debilitaba cuando rememoraba la escena del rescate. Su voz se apagaba al saber que Dana no volvería a dibujar en los cuadernos, los cuales tanto atesora en su vivienda.

Pero se sentía un poco aliviada, ya que su ser querido fue localizado. Ahora la estudiante que predijo su tragedia con una imagen está solamente en la memoria de sus allegados que la buscaron por más de dos meses y medio.

Arsenio Díaz, vicealcalde del cantón El Chaco, indicó que la demora en el hallazgo se debió a la inclemencia del tiempo. “La lluvia que cae acá (en el sector) es muy fuerte”, explicó el funcionario.

Eso provoca que crezca el cauce de los ríos Oyacachi (donde sucedió el accidente) y Quijos, los cuales desembocan en El Salado, zona en la que se halló a la mayoría de accidentados. A ello se suma que el agua viene desde la Sierra y su temperatura baja impidió que las víctimas flotaran, porque la putrefacción de la carne se tarda más tiempo. (MAG)