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Cuidado con las redes sociales
Compartir información falsa o injuriar a alguien podría meterlo en un problema y llevarlo a la cárcel.
Para pocos es un secreto que las redes sociales informan sobre ‘lo divino y humano’. Y que mucho de lo que se publica en esas redes puede ser falso o atentar contra la dignidad o la vida de otras personas. Y esto podría convertirse en un delito.
Este fue el caso ocurrido con la publicación de fotos y vídeos en la que se catalogaba como robaniños a tres personas que eran investigadas por un robo común en la parroquia Posorja, provincia de Guayas, donde los detenidos terminaron siendo linchados por varios ciudadanos de este sector rural de Guayaquil.
Fernanda (nombre protegido) afirmó que lo publicado en sus redes sociales es de uso personal. Debido a esto ella cree que no comete contravención alguna y peor aún, algún delito hacia alguien más.
Ante aquello el fiscal César Peña indicó que en la Tercera Sección del Código Orgánico Integral Penal (COIP) se sancionan los delitos contra la seguridad de los activos informáticos y de comunicación.
“Es importante conocer que no solo en esta sección se pueden estipular delitos dentro del COIP, uno de estos es el artículo 178 que se refiere a la violación a la intimidad, que podría ser sancionado con una pena privativa de libertad de uno a tres años”, manifestó Peña.
Por su parte, Andrés Suárez, estudiante universitario, indicó que tiene mucho cuidado al publicar información en sus redes y en compartir mensajes por la aplicación de WhatsApp.
El servidor público recuerda a la ciudadanía que al momento de crear una cuenta en las redes sociales la aplicación les obliga a leer ciertos parámetros, algo que muchos no hacen.
“Muchas personas, por no decir todas, solo dan clic en aceptar y no se percatan que entre las reglas indican que el usuario es responsable de lo que publica y que este puede ser sancionado con las leyes de su país de origen”, dijo el fiscal.
A las personas que delinquen en redes sociales se les puede localizar con la dirección IP, que es un número que identifica, de manera lógica y jerárquica, a una interfaz (dispositivo que conecta dos aparatos) en red de un computador.
“Las personas que publicaron lo ocurrido en Posorja pueden ser procesadas, no es fácil encontrar a todos, pero tampoco imposible”, finalizó el fiscal.