Desde el 20 de julio de 2025, Aquiles Álvarez, alcalde de Guayaquil, lleva en el tobillo un grillete electrónico, por orden del juez Renán Andrade, como parte de las medidas cautelares en el denominado Caso Triple A, donde se lo investiga por presunto comercio ilegal de combustibles subsidiados. Pero más allá del impacto político y judicial, ¿puede el alcalde meterse a una piscina?

La respuesta está en el acta que firmó el propio Álvarez tras la instalación del dispositivo, emitida por el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI). Uno de los puntos es claro: el usuario no debe mantener contacto con agua a profundidades mayores a un metro, es decir, piscina, mar, río o similares. Esto significa que no puede nadar, bucear ni sumergirse libremente mientras tenga el grillete colocado.

Además, el documento detalla una serie de reglas técnicas y de comportamiento que debe cumplir el usuario, bajo responsabilidad civil, penal y administrativa si incumple. Entre ellas está la obligación de cargar el dispositivo cuando se indique batería baja, contestar todas las llamadas del Centro de Monitoreo, no manipular ni golpear el aparato, y no cortar la correa que lo sujeta al cuerpo.

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El acta también establece que el usuario debe asistir nuevamente al punto de instalación si así lo solicita el SNAI, y que en caso de pérdida o destrucción del aparato deberá pagar su valor total. El dispositivo, además, impone límites geográficos definidos judicialmente: el usuario no puede salir de las áreas de inclusión ni ingresar a las áreas de exclusión determinadas por el juez.

¿Por qué acusa la Fiscalía a Aquiles Álvarez, alcalde de Guayaquil?

En el caso del alcalde, la medida se aplica en un contexto judicial complejo. La Fiscalía lo acusa de ser parte de una red de empresas —entre ellas Copedesa, vinculada a su familia— que habrían desviado combustibles subsidiados a mercados ilegales, supuestamente ocasionando un perjuicio millonario al Estado. Aunque Álvarez alegó que portar el dispositivo podía afectar su salud por tener un marcapasos, el juez mantuvo la decisión tras los análisis médicos respectivos.

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Álvarez también pidió que no se difundan imágenes o videos suyos con el grillete, invocando su derecho a la privacidad. Por ahora, según se ha informado, el monitoreo y supervisión del grillete se mantiene activo, conforme a lo dispuesto judicialmente.

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