¡Repararon su casita, pero le da miedo volver!

Ariana Almeida Martínez, Quito
María Mugmal vivió varias noches de incertidumbre, luego de que un vendaval inhabilitara la morada que compartía con su hija Cristina Pizarro, su yerno y sus tres nietos, el pasado martes.
Eso, después de que un fuerte ventarrón afectara a 18 viviendas en el barrio Buenaventura y La Dolores, sur de la urbe. Frente a ello, María y su familia tuvieron que mudarse a un ‘techo’ prestado. La primera velada, fuera del hogar, fue la más triste, contó la señora, quien trabaja como cocinera en el norte de Quito.
Y, más aún, cuando su nieto de diez años, los mellizos y su hija estuvieron en el lugar cuando ocurrió el incidente y recordaban claramente los hechos.
En ese momento, familiares acogieron a los afectados en una pequeña casa, ubicada en La Libertad (sector aledaño a donde ocurrió la tragedia).
Ahora, un solo lecho alberga a las personas, que por ahora se niegan a volver, pese a que la misma noche trabajadores municipales instalaron un tumbado nuevo para la casa.