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Rituales tsáchilas en las calles de Guayaquil
En toda la esquina de Tungurahua y Alcedo, centro de la Perla del Pacífico, realizaron rituales de sanidad con una variedad de plantas traídas de Santo Domingo.
Durante un ritual de purificación del ambiente, los tsáchilas mostraron sus destrezas.
Tiene el cabello corto y copa frotada con achiote. Tiene 72 años pero no los aparenta. Como es característico de su cultura, viste mapechampá (falda) rayada, acompañada de pintura en su rostro y torso. Se trata de Manuel Calazacón Aranzona, presidente de la Asociación del Centro Naturista Tsáchila.
Es curandero desde su juventud y a lo largo de su vida ha trabajado junto a varios de sus familiares, quienes imparten diferentes conocimientos ancestrales a los guayaquileños. Es la segunda ocasión que visitan esta tierra en diez años.
En toda la esquina de Tungurahua y Alcedo, centro de la Perla del Pacífico, realizaron rituales de sanidad con una variedad de plantas traídas de Santo Domingo de Los Colorados.
Con el sonido de un tambor de madera y cuero de venado, el grupo étnico realizó —la mañana del martes 5 de septiembre— una ceremonia para invocar a los espíritus buenos.
En la mesa del ritual, piedras —que han heredado de generación en generación— y que aproximadamente tendrían unos doscientos años de existencia, acompañaron la ceremonia.
“Tenemos plantas, cortezas, raíces, vegetales. Hay tantas alternativas para los tratamientos. Mi tío Abraham Calazacón nos dejó esa esencia de sabiduría y conocimiento ancestral, nosotros somos curanderos. Enseñamos a nuestros hijos y nietos”, dijo.