La mañana de este lunes 14 de diciembre del 2020, una banda de presuntos delincuentes llegó a una gasolinera de Mejía, al suroeriente de la capital. Eran seis. Cinco hombres y una mujer. Dos de ellos con armas de fuego.

Los pillos estaban tras la pista de una mujer que tenía 25.000 dólares y quien habría retirado el dinero de una entidad financiera. Cuando la tuvieron de frente, uno de los sospechosos la golpeó con la cacha de una pistola en la cabeza hasta quitarle el dinero. Luego, él y sus compinches huyeron del lugar.

La mujer denunció el hecho a la Policía y los agentes de la Unidad Nacional de Investigación Antidelincuencial (UNIAD) se hicieron cargo del caso. Los uniformados ya tenían información de esta banda y cómo operaban. 

Recogieron indicios en el lugar del robo y realizaron un operativo por la zona hasta dar con el paradero de los antisociales.

Los policías dieron con el auto donde supuestamente se habrían fugado pero ya no estaban. Luego recorrieron los alrededores de ese sector y vieron que el conductor de un taxi se puso nervioso al ver su presencia. En el interior había otros pasajeros. Era la banda de sacapintas.

Todos fueron capturados y llevados hasta la Unidad de Flagrancia para iniciar el proceso judicial en su contra. Son ecuatorianos y cuatro de ellos tienen un pasado delictivo. Uno ha sido de tenido por 17 ocasiones.

Según los agentes de la UNIAD, el modus operandi de esta banda era identificar a las personas que lleven bastante plata en las afueras de los bancos o cooperativas, para luego seguirlas y ‘bajarles la guita’.