SUSCRÍBETE
Diario Extra Ecuador

Actualidad

Arranchadores golpean en la ‘hora boba’

Esa modalidad de robo se ha intensificado en la zona. Los ejecutan dos hombres a bordo de una moto. Amenazan con armas. Los moradores sospechan de consumidores.

En las viviendas tratan de blindarse. Los vecinos le temen al paso de dos hombres en una moto.

En las viviendas tratan de blindarse. Los vecinos le temen al paso de dos hombres en una moto.Christian Vinueza / EXTRA

Publicado por

Creado:

Actualizado:

La imagen de inseguridad que a Jéssica López se le viene a la cabeza cuando habla del sector donde habita es la de los arranchadores que pasan en motocicletas.

Ella, moradora del bloque 1 de El Fortín, noroeste de Guayaquil, se mudó a dicho lugar hace más de veinte años y ha visto cómo los asaltos han ido mutando con el pasar del tiempo.

Antes, dice Jéssica, los pillos se metían a las casas, forzaban puertas y paredes de caña y se llevaban los bienes de sus vecinos. Ahora esa modalidad de robo ha mermado y lo que abundan son los ladrones que circulan en motos y arranchan las pertenencias de los transeúntes o de quienes están en los exteriores de las viviendas.

“El año pasado le sucedió al novio de mi hija. Ellos estaban en la vereda y dos hombres a bordo de una moto se pararon junto a ellos y mientras uno le pedía el celular, el otro le apuntaba con una pistola”, detalló la mujer.

Desde ese momento, ningún integrante de su familia se queda conversando con un celular ‘bueno’ en sus manos.

La mayoría de los asaltos, asegura, se registran en horas de la madrugada. “Amedrentan a las chicas que salen a estudiar. Mi hija tiene miedo. Ella estudia Leyes desde hace tres años y todos los días mi hermano José Luis la acompaña a coger el bus. Gracias a Dios nunca les ha pasado nada”, indica.

En el sector del bloque 3, Pedro Ríos, propietario de una tienda, se refiere también a esta clase de robos de la modalidad ‘arranchón’.

“Lo hacen en la ‘hora boba’, a eso de las dos, tres o cuatro de la tarde. Pasan en moto y si la ven con celular en la mano o sola y descuidada, se lo arranchan”.

Los pillos no acostumbran a meterse a las viviendas, sostiene el morador, aunque hace unos cuatro meses intentaron abrir el local cercano, una farmacia a la que le habían subido la puerta enrollable. “Los vecinos hicieron bulla y dejaron todo”, añade.

Por su parte, Adriana Laaz, quien tiene un negocio de costura en la zona, manifiesta que esa es la misma forma en la que roban por el sector donde habita, en el bloque 3: van dos en moto y le quitan el celular. “La mayoría son ‘hacheros’ (consumidores de la droga ‘H’) que salen a ver qué se pueden robar. De las casas se llevan cualquier cosa que pueda ser vendida para su vicio”, se queja.

tracking