Role play: Juguemos en la cama
Esta práctica despierta el placer y mejora la calidad de la intimidad. Pero antes de probar cosas nuevas, consulte a un experto.

Los juegos de roles fortalecen la relación.
El juego del Lobo y la Caperucita enciende la pasión en la habitación de Gabriel. Hace cuatro años esa práctica sexual cambió su vida íntima y la de su novia. “La descubrimos los dos. Empezamos a leer sobre el role play (juego de roles). Nos llamó la atención. Hicimos una lista de los personajes que nos daban curiosidad y luego votamos”, explica.
El clásico cuento de la chica, que desobedece a su mamá y acepta la propuesta del lobo feroz, desata a Gabriel en la cama. “Creo que es parte de este instinto primario que tiene el ser humano de buscar una presa. Como hombre me hace sentir fuerza”, agrega.
Para evitar que esto se vuelva rutinario, Gabriel y su pareja inventan escenarios diferentes para los personajes. Pero al final las amenazas del Lobo se cumplen. “Me como a la Caperucita”, bromea.
Para el sexólogo Juan Carlos Paz, estas fantasías despiertan hormonas y neurotransmisores encargados de generar placer en el organismo. El experto destaca que esa es la mejor forma de dejar atrás la monotonía. “En la cama todo se vale mientras cuente con el beneplácito de ambos”, precisa.
Sin embargo, recomienda informarse y acudir a un experto para practicar estos juegos y no salir lesionado.
Hace poco a un hospital capitalino llegó una pareja a emergencias por jugar con un objeto sexual. “La mujer tenía rota toda el área anal. Fue necesaria una reconstrucción”, cuenta el especialista.
Cuando los juegos de roles están bien manejados, alimentan la pasión. Paz, por ejemplo, tenía un paciente con una fantasía particular. “Ella quería vestirse de recepcionista y tener relaciones en un lugar de eventos masivos. Me contó que ya lo logró”.
Finalmente, el experto y Gabriel coinciden en que estas actividades de pareja fortalecen la relación y aumentan el disfrute en el sexo.