El 13 de octubre del año 2017 fue el día en que la vida de Mayra Carolina Salazar Merchán tomó un nuevo rumbo. Pasó de ser una común comunicadora social dedicada a su profesión a convertirse en un pilar de conexión entre el narcotráfico y la justicia de Ecuador. Esto gracias a una mujer llamada Samara Rivera.

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Mayra Salazar, pieza clave de los casos Metástasis y Purga y quien se encuentra recluida y procesada, reveló en su declaración testimonial que ese día ingresó por primera a una prisión, para buscar un permiso de ingreso para la artista Gloria Trevi, quien había pedido, a través de sus promotores, visitar un centro de privación de libertad de mujeres para compartir sus experiencias de vida, antes de dar un concierto.

“Y es en ese ingreso al centro de rehabilitación social femenino de la ciudad de Guayaquil en donde yo visualizo las diferentes necesidades de las personas privadas de su libertad. Y nace mi iniciativa, señor juez, de querer ayudarlas a través de talleres, a través de capacitaciones, de brigadas médicas, de donaciones de alimentos, entre otras actividades que realicé en los centros penitenciarios. Pero es ahí también en donde conozco la primera persona que me llevaría más adelante a tener todos los nexos que he llegado a tener. Que es la señora Samara Rivera, esposa del señor Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña o alias JL.”, detalla en su testimonio Salazar, dado el 28 de marzo, ante la Corte Nacional de Justicia.

Según lo que indica la procesada, Samara, esposa de Rasquiña, cabecilla de la banda criminal Los Choneros y asesinado en Manta en 2020, también realizaba actividades de ayuda social a las privadas de la libertad. Fue desde entonces cuando ambas fraguaron una amistad que mantienen hasta la detención de Salazar.

“He tenido el tiempo suficiente para meditar y determinar que el día que yo ingresé al centro de rehabilitación social femenino de la ciudad de Guayaquil por requerimiento de esta artista, Gloria Trevi, ese día fue el día en que mi vida cambió. Porque fue desde ahí que yo tomé otro rumbo”, añade Salazar en su testimonio.

Fue Samara quien le presentó el que era su abogado de confianza, Xavier Alexander Novillo Arana, alias Novita, quien mantenía contacto directo con el narcotraficante y occiso Leandro Norero y quien ayudaba a miembros de la banda Los Choneros a salir airosos de la justicia.

Con él a la vez Salazar forjó una amistad y fue él quien le ayudó a ingresar a trabajar a la Corte Provincial de Justicia del Guayas, para trabajar de la mano de Fabiola Gallardo Ramia, incluso desde antes que esta fuera presidencia de la Corte.

Además, fue ‘Novita’ quien le presentó a familiares y allegados de Leandro Norero, para que Salazar realice un trabajo de comunicación para inauguración de la lavandería multiservicios NL Tecnicentro de Norero. Tras la presentación del trabajo a realizar, Salazar y Norero se conocieron personalmente y concibieron una amistad.

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