La muerte de los hermanos Frixon y Roberto Parra, de 22 y 25 años, respectivamente, causó un dolor intenso en sus allegados y amigos. “¿Por qué tuvieron que morir los dos? No es justo esto, Dios mío”, decía en su llanto una joven mujer en las inmediaciones del anfiteatro de Santa Elena.

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Y justamente hasta ese anfiteatro fueron llevados después los cuerpos de los jóvenes que sufrieron un terrible accidente de tránsito en la avenida Carlos Espinoza Larrea, de vía La Libertad – Salinas. La moto donde ellos viajaban se salió del carril y se estrelló contra el parterre central de la carretera.

Los hermanos Parra eran muy unidos y juntos se apoyaban para salir adelante, por eso salían de madrugada a laborar, pero esta vez el destino les jugó una mala pasada. Por circunstancias aún desconocidas, el pequeño vehículo se salió de su carril y fue a estrellarse contra el parterre y sus dos ocupantes salieron esparcidos por los aires.

Aunque ambos llevaban cascos protectores, al caer al pavimento se golpearon sus cráneos, lo que les provocó la muerte de manera instantánea. Los allegados de las víctimas terminaron en estado de shock al enterarse de sus decesos.

Los padres de los hermanos, Frixon y Roberto Parra, tienen un local en el centro Buenaventura Moreno en La Libertad. En ese lugar los comerciantes se mostraron muy consternados por la tragedia ocurrida que enluta a uno de sus compañeros.

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