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Se aguanta las ganas de volver a las calles

Redacción Guayaquil Lilibeth María Gómez Mejía, la agente de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) que fue agredida por un conductor infractor en el pasado Día de la Mujer, fue dada de alta ayer, pero aún debe esperar para volver a las calles. Gómez, de 24 años, tendrá que descansar otros 30 días por prescripción médica, como consecuencia del impacto que recibió cuando le solicitó los documentos a un chofer por estar mal estacionado en las calles Pedro Pablo Gómez y José Mascote. En el primer diagnóstico la mandaron a descansar un mes, pero los días pasaron y no disminuía el dolor en su rodilla izquierda. Por ello fue internada en la Clínica Guayaquil, donde le intervinieron su extremidad, el último jueves. La joven madre de un niño de cuatro años fue sometida a una artroscopía de rodilla, cirugía en la cual le introdujeron una cámara diminuta para observar en su interior y detectar la causa del dolor: una meniscopatía, lesión en menisco. Al mediodía de ayer, Lilibeth fue dada de alta. Salió sonriente. Minutos después, abandonó con sus pertenencias la sala hospitalaria sentada sobre una silla de ruedas. La agente dijo “estar un poco mejor”. El doctor Roberto Gilbert revisó su expediente y ante el esposo de la agente, José Armando Reascos, dispuso que el lunes próximo, a las cinco de la tarde, acuda a una revisión médica para una nueva valoración. Le recomendaron tener la pierna en descanso y aplicarse bolsas de hielo. Posteriormente será sometida a sesiones de rehabilitación y ejercicios, para que pueda volver a caminar con normalidad. En silencio, la pareja de la agente estuvo atento a todo el trámite y tomó la receta. El doctor Gilbert le brindó confianza a la paciente y además alzándose el pantalón médico le mostró su rodilla derecha y le comentó a Lilibeth que él sabe lo que siente ella, porque también tuvo una lesión similar. “Pero míreme, estoy perfecto”, le comentó flexionando la pierna derecha. Y al salir de la casa de salud una sorpresa esperaba a Lilibeth. Sus compañeros de la Autoridad de Tránsito Municipal, así como el superior del distrito centro, el mayor Saúl Pezo, le dieron animo. Pezo recordó que aquel Día de la Mujer, en la mañana, a todas las féminas de la entidad le dieron una charla por la fecha clásica y después continuaron con sus labores, pero lamentablemente Lilibeth sufrió el accidente. La mujer fue embarcada en el patrullero 44 y llevada a su residencia en la cooperativa Santiaguito Roldós, en el sur de la ciudad, para continuar recuperándose, porque ya desea estar nuevamente en las calles haciendo cumplir las normas de tránsito. (IC)
Redacción Guayaquil
Lilibeth María Gómez Mejía, la agente de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) que fue agredida por un conductor infractor en el pasado Día de la Mujer, fue dada de alta ayer, pero aún debe esperar para volver a las calles.
Gómez, de 24 años, tendrá que descansar otros 30 días por prescripción médica, como consecuencia del impacto que recibió cuando le solicitó los documentos a un chofer por estar mal estacionado en las calles Pedro Pablo Gómez y José Mascote.
En el primer diagnóstico la mandaron a descansar un mes, pero los días pasaron y no disminuía el dolor en su rodilla izquierda. Por ello fue internada en la Clínica Guayaquil, donde le intervinieron su extremidad, el último jueves.
La joven madre de un niño de cuatro años fue sometida a una artroscopía de rodilla, cirugía en la cual le introdujeron una cámara diminuta para observar en su interior y detectar la causa del dolor: una meniscopatía, lesión en menisco.
Al mediodía de ayer, Lilibeth fue dada de alta. Salió sonriente. Minutos después, abandonó con sus pertenencias la sala hospitalaria sentada sobre una silla de ruedas. La agente dijo “estar un poco mejor”.
El doctor Roberto Gilbert revisó su expediente y ante el esposo de la agente, José Armando Reascos, dispuso que el lunes próximo, a las cinco de la tarde, acuda a una revisión médica para una nueva valoración.
Le recomendaron tener la pierna en descanso y aplicarse bolsas de hielo. Posteriormente será sometida a sesiones de rehabilitación y ejercicios, para que pueda volver a caminar con normalidad.
En silencio, la pareja de la agente estuvo atento a todo el trámite y tomó la receta. El doctor Gilbert le brindó confianza a la paciente y además alzándose el pantalón médico le mostró su rodilla derecha y le comentó a Lilibeth que él sabe lo que siente ella, porque también tuvo una lesión similar. “Pero míreme, estoy perfecto”, le comentó flexionando la pierna derecha.
Y al salir de la casa de salud una sorpresa esperaba a Lilibeth. Sus compañeros de la Autoridad de Tránsito Municipal, así como el superior del distrito centro, el mayor Saúl Pezo, le dieron animo.
Pezo recordó que aquel Día de la Mujer, en la mañana, a todas las féminas de la entidad le dieron una charla por la fecha clásica y después continuaron con sus labores, pero lamentablemente Lilibeth sufrió el accidente.
La mujer fue embarcada en el patrullero 44 y llevada a su residencia en la cooperativa Santiaguito Roldós, en el sur de la ciudad, para continuar recuperándose, porque ya desea estar nuevamente en las calles haciendo cumplir las normas de tránsito. (IC)