Se infartó bajo un árbol de mango

Redacción Guayaquil
Parecía dormido. Estaba sentado sobre una silla plástica color azul, que minutos antes le había prestado un morador para que descansara. Sin embargo, un supuesto infarto le había cerrado los ojos para siempre. Al darse cuenta, los vecinos corrieron la voz en el sector: “¡El croata murió, el croata murió!”.
Aproximadamente a las 15:30 de ayer, un posible paro cardiaco habría provocado la muerte de un indigente, cuyo cadáver quedó debajo de un árbol de mangos, en una vivienda ubicada en la calle Nicolás Segovia y la E, en el suburbio de Guayaquil.
María Ronquillo, habitante del lugar, manifestó que el señor era extranjero. “Él siempre nos decía que era de Croacia y que no sabía cómo había llegado a Guayaquil”, informó la ciudadana.
La señora explicó que las personas de ese sector sentían lástima por el croata, porque tenía las piernas hinchadas y casi no podía caminar. Además, era una persona educada y no se metía con nadie.
María contó que el señor “era bien conversón” y que siempre relataba que él estuvo viviendo en Perú, pero que en dicho país le robaron sus documentos personales y que cuando llegó a esta ciudad comenzó a vivir en la calle porque no tenía dinero ni familia.