¡‘Se van de boca’ en tremendos huecos!

Ariana Almeida Martínez, Quito
El camino de tierra le ‘jugó’ una mala pasada a Daniela Carrera. Iba de regreso a casa para dar de comer a sus hijos cuando un resbalón la condujo al piso. “Ya me raspé el brazo. ¡Qué iras!”, sentenció.
Ella lleva más de 35 años viviendo en la calle La Cocha, de San Luis de Calderón, norte de Quito, y “nunca” ha presenciado mejoras en la vía.
“No es la primera vez que alguien se cae. La otra semana también me fui al piso porque no vi una piedra”, añadió Carmen Simbaña, madre de Daniela.
Las polvaredas en verano y el lodazal en invierno tienen a los habitantes de la zona en desesperación.
Según la madre de familia, la salud de sus hijos también se ha visto afectada. “Pasan con gripe y sinusitis por tanto polvo”, indicó. Mientras tanto, la mujer que se dedica a la costura está cansada de limpiar los adornos de su casa, ya que apenas termina, una capa gris los cubre nuevamente.
Gabriela Tupiza tiene el mismo problema. La mecánica que maneja junto a su esposo se ubica frente al hogar de Daniela. Pese a los esfuerzos de la emprendedora por mantener limpio su negocio, el polvo cubre los insumos.
“El cliente se merece un servicio de primera, pero es difícil con tanta tierra que los vehículos no se ensucien”, manifestó.