Las oraciones al Todopoderoso y la confianza en la Policía no cesaron. Los parientes de la concejal Germania Coello, del cantón Mocache, provincia de Los Ríos, mantuvieron la fe de que ella volvería salva hasta su casa.

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Fueron las horas de angustia más largas que han vivido, pues desconocían el paradero de la funcionaria, quien fue secuestrada la mañana del viernes 23 de mayo, en su finca. Cuatro antisociales habrían llegado hasta el predio y la raptaron, llevándosela con rumbo incierto.

Uno de los hijos de la concejal dijo que ella estaba en el recinto Peñafiel de Abajo, esperando en el carro a su esposo, que estaba realizando labores agrícolas, cuando de un momento a otro llegaron unos sujetos en una camioneta de una cabina, la agarraron y se la llevaron en el balde del carro.

Desde ese momento vivieron en tensión, ya que desconocían el paradero su ser querido, por lo que rápidamente avisaron a la Policía.

La mañana del sábado empezaron a recibir las primeras llamadas extorsivas. “Nos pedían sumas altísimas de dinero, que bordeaban los ochenta mil dólares”, reveló el vástago de la edil.

Doble extorsión

A la par, los parientes de la víctima también empezaron a recibir llamadas de otros grupos criminales, que les aseguraban saber dónde estaba Coello y prometían regresarla, pero igualmente pedían altas cantidades de dinero.

Por las amenazas telefónicas, entre los parientes de la concejal aumentó el temor de que ella estuviera en riesgo.

Tras la denuncia ante la Policía, también se activaron las asociaciones agrícolas y ganaderas, gremios que se juntan para ayudar a los miembros de su colectivo. Son alrededor de mil socios distribuidos en 12 asociaciones, y como la concejal pertenece a uno de estos organismos, se sumaron a las acciones para localizarla.

En coordinación con la Policía, unas 500 personas se dirigieron hasta La Y de Solís, un recinto por la vía a Jauneche, donde tenían las coordenadas del paradero de la funcionaria.

Agentes policiales rodearon la zona y, en un barrido por todo el recinto, empezaron a seguir los rastros de los secuestradores. “Al parecer, la estaban cambiando de lugar. Al verse rodeados, la dejaron y ella pudo salir”, relató el hijo de la funcionaria. 

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