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El mapa de los semáforos ‘problema’ en Guayaquil
Estos son los 10 semáforos que te sacan el aire en el ‘Puerto Principal’.

Imagen referencial
Llegar a una intersección y decidir si cruzarla o no, girando la cabeza insistentemente, puede convertirse en un acto de adrenalina.
EXTRA consultó a sus lectores si en sus rutinas, han encontrado semáforos con corta duración que los obligue a correr. El rastreo no se hizo esperar: al menos 15 lugares significan un camino solo para ‘atletas’ que avanzan a pasar al otro lado.
Entre los más nombrados estuvieron la Avenida Domingo Comín y la Vía a Daule.
Shirley Arias, por ejemplo, comentó que en la parada de Metrovía 9 de octubre, “la luz demora en cambiar y hay que correr para que no te atropellen”. Eso, sumado a los motociclistas que, de acuerdo a esta usuaria —sea rojo o verde— no respetan el semáforo.
El jadeo que provoca una intersección donde hay que competir con los carros, ha sido experimentado por todos al menos una vez en la vida. En Guayaquil, la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) es la empresa que regula los semáforos y, por lo tanto, los que los sincronizan y revisan cada dos meses o cada semana según sea el caso.
El ofrecimiento
A mediados de 2016 se anunció una convocatoria pública para mejorar el servicio de semaforización en la ciudad. El Municipio otorgó fondos a la ATM y, en junio de 2017, Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil, dijo que “muy pronto se tendrá la integración de semáforos”.
Freddy Granda, jefe de Planificación de Tránsito de la ATM, tiene una fecha más aproximada: entre octubre o septiembre iniciarán las labores. Enfatiza que serán “graduales” y se extenderán 8 meses o hasta un año.
¿La meta? Cambiar los semáforos de luz fija por los que funcionan con tiempo regresivo, es decir, los que marcan la cantidad de segundos que le quedan al peatón para cruzar.
El pulsador que para el tráfico
No están en todas las cuadras, pero hay vías que tienen botones para que el peatón los oprima y así solicitar el ‘pare’ a los vehículos. Granda explica el mecanismo: “Lo que hace la botonera es que advierte, no interrumpe el tráfico directamente, sino que en el próximo ciclo, da una orden para que se ponga la luz roja”.
El cálculo que hace el funcionario es que la demora entre aplastar el botón y que la luz cambie tardará dos minutos o máximo tres. ¿Te da la impresión que dura más? La ATM dice lo contrario. ¡A poner los cronómetros!