Semifinalista de concurso de talento pide caridad

Freddy Inga, Loja (Loja)
El frío entumece los huesos. Son las 07:00 del pasado jueves. La mujer se pone su chaqueta y pantalón grises. De ese color es su vida. “Se me hizo tarde”, comenta antes de salir desde el barrio San Pedro de Bellavista, en Loja, hacia la calle 10 de Agosto (centro de la ciudad).
Un banco de plástico es su ‘oficina’. Con su mano derecha sostiene un vaso y, con la otra, su bastón, que le sirve para orientarse. Extiende su extremidad con la esperanza de que los viandantes le entreguen unas monedas que le ayuden a subsistir.
Ese es el peregrinar que todos los días debe pasar la no vidente María Gumersinda Calva Salas, de 50 años, nacida en Macará, pero residente en Loja desde hace décadas.
La mujer participó en el concurso ‘Ecuador tiene talento’, en 2013, y llegó a la semifinal. Pero hoy debe pedir limosna para ayudar a su esposo, Ángel Cueva, también no vidente.
Porque el hombre tuvo un derrame cerebral hace dos años y ahora pasa el tiempo en su casa sin poder moverse.
Lo cierto es que la ‘fama’ efímera que María logró en el concurso no le ha ayudado a  “abrirse puertas” para hacer lo que más adora: cantar música nacional.