En la Catedral de Ambato, familiares y amigos despidieron con profundo dolor a Santiago Ortiz, de 52 años, el empresario que perdió la vida el pasado miércoles 30 de julio en un trágico accidente durante la Etapa 3 de la Vuelta Automovilística al Ecuador. El acto fúnebre fue sobrio, silencioso y cargado de pesar.

Santiago era un apasionado de las competencias automovilísticas. Por ello, asistió junto a su hijo Felipe de 13 años para apoyar a un familiar que participaba en el evento. La tragedia ocurrió en una curva del sector Aguaján, cerca de la meta, cuando el vehículo número 50 perdió pista y se salió del recorrido. Ambos fueron arrollados junto a otras seis personas.  Daniela Merino, joven universitaria de 21 años también falleció.

Aún esperan explicaciones

Los testigos aún no comprenden cómo ocurrió el accidente. Sin embargo, el impacto fue inevitable y devastador. El empresario murió en el acto, mientras que su hijo fue trasladado en estado crítico a una casa de salud en Quito. Allí permanece en terapia intensiva y, lamentablemente, debió ser sometido a la amputación de una pierna.

“Fue un momento de alegría que terminó en tragedia. Nadie puede imaginar lo que vive ahora la familia”, comentó un amigo cercano durante el sepelio.

Santiago era conocido en el ámbito comercial por su actividad en el sector gastronómico de Ambato. Reservado pero amable, dedicaba su tiempo libre a su familia y al deporte. Quienes lo conocían coinciden en que era un hombre trabajador y generoso.

El accidente ha conmocionado en Ambato y ha reabierto el debate sobre la seguridad en este tipo de competencias. Las autoridades investigan si hubo fallas humanas o mecánicas, aún no se ha emitido un pronunciamiento oficial sobre las causas.

El accidente ha conmocionado en Ambato y ha reabierto el debate sobre la seguridad en este tipo de competencias. Las autoridades investigan si hubo fallas humanas o mecánicas, aún no se ha emitido un pronunciamiento oficial sobre las causas.

Al cierre de esta edición, el menor continúa recibiendo atención médica especializada. Su familia se aferra a la esperanza de su recuperación, mientras enfrenta el dolor por la pérdida del padre.

“Todavía no entendemos qué pasó. Estaban en un sitio donde, supuestamente, se podía ver la carrera sin peligro”, expresó otro amigo entre lágrimas. “Ahora solo nos queda orar por la vida del niño”.

“No se sabe si fue un desperfecto mecánico”

El presidente de la Federación Ecuatoriana de Automovilismo y Kartismo, Marcelo Ron, afirmó que se cumplieron los protocolos de seguridad. Señaló que cinco vehículos realizan inspecciones previas, se colocan cintas rojas o amarillas en las zonas peligrosas, y un auto con altavoz alerta al público antes del paso de los corredores.

Por su parte, Aldo Paredes, director de la carrera, sostuvo que el área donde ocurrió el accidente no representaba riesgo y que contaban con todos los permisos requeridos. Agregó que podría tratarse de un caso fortuito, y que será la investigación oficial la que determine si hubo un desperfecto mecánico.

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