Una situación recurrente y sin sancionados. Sesenta hectáreas de pajonal desparecieron por efectos del fuego en la localidad de Can Can, jurisdicción de la parroquia de San Joaquín, a ocho kilómetros del centro de Cuenca. La quema se reportó la mañana del domingo. 

El flagelo fue controlado cerca de las 19:00 del mismo día por socorristas de bomberos mediante la utilización de herramientas manuales como: palas, bate fuegos y ramas. El hecho incrementa a unas dos mil hectáreas de vegetación que durante el presente año (2021) han desaparecido en Azuay por efectos de las llamas.

Incendios provocados

El Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias asegura que el 99 por ciento de los incendios forestales son provocados por la mano del hombre, ante lo cual y de manera reiterativa se programan eventos de concienciación sobre los daños ecológicos y las sanciones legales para quienes provoquen quemas naturales. 

Es principalmente en el área rural, donde mediante charlas a cargo de bomberos y técnicos ambientalistas, se promueve la cultura de evitar prender fuego a la vegetación. 

También se advierten a los comuneros, que el Código Orgánico Integral Penal sanciona con pena privativa de libertad de 3 a 6 años por provocar un incendio forestal y en caso de existir la pérdida de vidas humanas, la sanción es de 13 a 16 años. Todo ello ante la persistencia ancestral de creer que el fuego atrae la lluvia, que se mantiene entre los longevos habitantes de la ruralidad como parte de la preparación de los terrenos para las siembras.

Pero, pese a todo ello, desde la aplicación de la sanción (1985), en Azuay no ha sido sancionado ninguna persona acusada de prender fuego a la vegetación.