Un ataque al estilo sicariato permitió dar con un centro de rehabilitación clandestino que operaba en el barrio La Roldós, noroccidente de la capital. En el sitio estaban ingresadas personas con problemas de adicción al alcohol y las drogas, según la Policía.

Diego Velasteguí, comandante policial del Distrito La Delicia, detalló que el caso se registró cuando un grupo de gendarmes patrullaban por ese barrio, durante la noche del 10 de junio. Los uniformados fueron al lugar y vieron que tres hombres fueron baleados, pero lograron sobrevivir.

Las víctimas detallaron a los uniformados que los causantes iban a bordo de una motocicleta. Cuando los vieron, uno de ellos sacó un arma y empezó a dispararles.

Uno de los afectados recibió un tiro en la mano. El otro, en un hombro y en una de sus piernas. Y al tercero solamente una bala le rozó una pierna. Los dos primeros fueron llevados al hospital, mientras que el último fue dado de alta en el mismo sitio tras ser curado.

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Mensajes de auxilio en 'clínica' de La Roldós

El coronel Velasteguí informó que mientras los policías brindaban seguridad e investigaban lo ocurrido, algo extraño pasó. Desde la parte alta de una casa, unas personas empezaron a lanzar pedazos de jabón envueltos con papeles.

“Habían escrito que por favor los rescataran”, informó el uniformado. Eso llamó la atención de los investigadores, quienes decidieron entrar hasta el inmueble.

Su sorpresa fue mayor cuando se percataron de que en aquel domicilio había, al menos, 15 personas, con el fin de ser rehabilitadas. “De inmediato nos contactamos con la gente de las instituciones correspondientes para que verificaran la legalidad del centro. Sin embargo, se determinó que este debía ser clausurado”.

Los ‘pacientes’ fueron entregados a los familiares, se cerró el lugar y comenzaron las pericias. A decir del oficial, los tres sujetos que fueron baleados serían los ‘cuidadores’ de las personas adictas, es decir, trabajadores del centro ‘trucho’.

Velasteguí dijo que, posiblemente, quienes perpetraron el ataque a bala son parientes de los pacientes. “El objetivo era amedrentarlos”, finalizó el jefe del distrito La Delicia.

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