El segundo sismo, de 5.2, ocurrió a las 10:52 de este lunes 12 de diciembre y tomó desprevenida a María Tenorio. Ella es una madre de familia, de 30 años, que en el momento del temblor transitaba por una de las calles del barrio Santas Vainas, en Esmeraldas. Iba con su hijo, de 4 años. El movimiento telúrico ocasionó que ella entre en estado de pánico y empiece a llorar, mientras bajo sus pies el suelo de movía con fuerza.

Previamente, a las 09:42, un sismo de 4.9 ocasionó que la gente evacúe de sus viviendas. Los padres de familia acudieron a los establecimientos educativos para retirar a sus hijos.

El epicentro de los sismos fue en el mar, frente al balneario de Atacames. Ahí, los movimientos se sienten con mucha fuerza y por ello se forzó a la suspensión temporal de clases en tres cantones de la provincia: Muisne, Atacames y Esmeraldas.

Freddy Peñafiel, Ministro de Educación, confirmó la suspensión de clases y agregó que las actividades se retomarán mañana 13 de diciembre, salvo se presente otra eventualidad. Mientras que, el técnico de la Secretaría de Gestión de Riesgos, Betto Estupiñán Toro, dijo que todos los sismos ocurrieron en el mismo lugar y que, son réplicas del terremoto del pasado 16 de abril.

En Atacames y Tonsupa, los balnearios más cercanos al epicentro, la gente salió a las calles. “Fue muy fuerte, inclusive los cajones de los armarios de la cocina se abrieron por el fuerte sacudón”, dijo María Trejo, habitante de Tonsupa.

El Comité de Operaciones de Emergencias de Esmeraldas se activó y se instaló en reunión pasado el medio día de este lunes. El ECU 911 reportó congestión vehicular en el centro de la ciudad debido a que cientos de personas se apresuraron a buscar a sus familiares, especialmente a los estudiantes.

La mayoría de los habitantes de la ciudad de Esmeraldas permanecen a la expectativa de lo que sucede. Los sismos se sintieron en Atacames, Muisne, Esmeraldas, Rioverde y Quinindé.