Babahoyo (Los Ríos)
Todo un día estuvo Wendy Vera García sin saber si sus hijas ‘Paolita’, de 6 años, y  ‘Daniela’, de 7, estaban bien tras la catástrofe que hizo estremecer al país la noche del sábado pasado.
Hace aproximadamente un año, ella dejó a sus criaturas para que viviesen una temporada con su progenitor, en el cantón Pedernales (Manabí), localidad mayormente afectada por el movimiento telúrico.
La señora se comunicaba telefónicamente con sus niñas, pero desde la noche del sábado estuvo en vilo. “Con el terremoto pensé en ellas porque me llamaron a decir que la casa donde estaban quedó totalmente destruida. A las 24 horas de lo sucedido supe que estaban vivas”, comentó la mujer.
El miércoles, cuando volvió a tener a las criaturas entre sus brazos, en Babahoyo, supo cómo ellas vivieron esa pesadilla. Cuando la tierra empezó a temblar, la menor se arrinconó a una pared, pero su hermana ‘Daniela’ la haló para meterla debajo de la cama donde estaban otros tres primos.
Un familiar sacó a todos los niños de su escondite y los puso en un mejor lugar, mientras la casa donde vivían y la de los vecinos se desplomaban como consecuencia del terremoto.

Daño psicológico
Las niñas de Wendy resultaron con leves golpes en sus cuerpecitos, pero el fuerte sismo les dejó secuelas psicológicas. Para su progenitora ha sido difícil lidiar con el pánico que manifiestan.
Las niñas están intranquilas, al punto que una de ellas salió corriendo de la casa cuando sintió una de las réplicas el jueves en la noche.
Wendy vive agradecida con Dios por tener a sus nenas nuevamente a su lado. Al principio pensó en lo peor, pero ahora trata de ayudarlas a superar ese trauma.
Pese al gran desastre que provocó el sismo, este hizo juntar nuevamente a la madre con sus niñas, quienes ahora están en Babahoyo y conocieron a su hermanito.
En la capital fluminense, las afectadas reciben asistencia psicológica por parte del personal del Ministerio de Salud Pública y personas caritativas les han facilitado raciones alimenticias.
Sin embargo, Wendy mencionó que las niñas requieren de ropa, útiles escolares y debe volver a sacarle sus documentos que perdieron bajo los escombros, en Pedernales. (TOF)