El Spiderman ecuatoriano que lucha contra el mal en Chile

Parecía la escena de una película de Marvel, pero era la realidad: un hombre disfrazado de Spiderman frustró un asalto ocurrido en Santiago de Chile, hecho que se volvió viral en Internet.

El héroe detrás de la máscara no era Peter Parker, sino un ecuatoriano: Renato Avilés, quien habló en exclusiva con EXTRA sobre su memorable acción.

Este guayaquileño de 33 años se ha convertido en un afamado personaje urbano de la capital chilena, donde reside ya desde hace 17 años. Basta con ver su cuenta en Instagram, donde tiene 380 mil seguidores hasta el momento. En esta red social, Renato publica sus bailes y piruetas vestido siempre del superhéroe arácnido.

Precisamente, el pasado 15 de agosto se alistaba para grabar una escena en una calle céntrica de Santiago. “De repente, detrás mío aparece una chica gritando ‘¡ayúdenme, me robaron el teléfono. Agárrenlo por favor!’, pero nadie hacía nada. El tipo (ladrón) seguía corriendo, llevaba más de una cuadra metido entre la multitud y ni siquiera le metían el pie, nada. Casi trotando iba y nadie se metía”, relató.

Fue ahí cuando Renato se preguntó qué pasaría la víctima hubiese sido su hermana o su hija. “Dije ‘me toca’ y salí corriendo detrás del compadre”, recordó entre risas.

Luego de perseguir al pillo por casi seis cuadras, lo detuvo y le dijo: “no quiero llegar a los golpes pero tú te quedas acá, no te mueves hasta que llegue la chica y le entregues el celular”. El antisocial le contestó con lágrimas en los ojos: “yo no fui, estás confundido”.

Enseguida, la gente se empezó a aglomerar. Por el llanto del tipo, las personas veían con ‘mala cara’ a Renato. “(Leonardo) DiCaprio era un aprendiz al lado de la actuación del compadre”, dijo el Spiderman de Chile.

Al rato, llegó la víctima del robo. “Ella me salvó, yo respiré en ese momento porque ahí la gente corroboró (lo sucedido). La gente me empezó a aplaudir espontáneamente”.

Pero esta no fue una acción aislada. Desde hace un año, Avilés se dedica labores sociales y luego las comparte en su Instagram. “Para el Día del Niño fui a Tacna a bailar a los refugios para los niños que están en la frontera y no pueden cruzar a Chile. Son como 2000 refugiados y hay 300 niños que duermen en las calles y el refugio”, contó.

Como migrante que es, invita a decir ‘no’ a la xenofobia de ecuatorianos contra los venezolanos. “Es malo ponernos a todos en el mismo saco, eso lo hace la gente ignorante, nada es absoluta. Son gente que viene huyendo de una situación horrible, así que hay que tener un poquito más de corazón. Son latinos, no es que vienen de otro continente, es como negarle una taza de azúcar a un vecino”, finalizó.