Guayaquil también tiene a sus héroes arácnidos

Cuando el semáforo se pone en rojo, los tres saltan a la calle. Primero saludan y tras un par de acrobacias, recrean una escena de película. Los ‘hombres araña’ guayacos parecen enfrentarse entre sí, pero terminan bailando juntos sacando sonrisas a las personas que transitan por la intersección que une a las avenidas Francisco Huerta Rendón y Plaza Dañín, de Urdesa, en el norte de Guayaquil.

Entre las 07:00 y 10:00 de cada mañana, desde hace un año, Alexander Vidal, Alexis De la Cruz y Pablo Redín, se visten del afamado Spider-Man para ganarse unos centavos y entretener a los transeúntes.

Son bailarines de break dance, un género del baile que les fascina, pero que dejó de ser atractivo para el público del semáforo.

Fue entonces que pensaron en el héroe de Marvel que hoy estrena una nueva cinta. ‘Spider-Man: Homecoming’ narra el regreso a casa del joven Peter Parker, quien empieza a descubrir su nueva identidad como el hombre araña. Trata de llevar una vida normal, hasta que aparece El Buitre como nuevo villano.

A diferencia de la ficción, en la vida de los Spider-Man guayacos no hay verdugos, pero a diario combaten con la falta de oportunidades. Y como de la necesidad surgen las grandes ideas, estos amigos decidieron disfrazarse del héroe arácnido para atraer a la gente.

“A toda la gente le gusta, desde los niños hasta los grandes. Llama la atención”, dice Pablo, de 30 años, quien todas las mañanas viaja desde el Suburbio en bus hasta su lugar de trabajo.

Lo acompaña su sobrino Alexander, de 21, y en Urdesa se encuentran con Alexis, de 19, quien viene desde el sur de la ciudad.

En sus mochilas guardan sus disfraces desgastados por el uso y en una esquina de la calle se transforman. Lo único que no se quitan son sus zapatos viejos. Así empieza el show, del que con suerte ganan hasta un dólar por salida. En los días de quincena y fin de mes es otra cosa. Ahí les alcanza para más que un almuerzo.

Pero estos jóvenes, miembros de la Federación ecuatoriana de hip hop, no se quedan quietos y como parte del sustento de sus familias realizan otras actividades.

Han formado un grupo de animación de eventos donde bailan y se disfrazan de otros personajes. También les gustan la política. El día de la entrevista con EXTRA, por ejemplo, al terminar su jornada ‘soplaron’ a retirar un certificado de un curso que hicieron.

Son gestores culturales y de vez en cuando dan clases de break en el MAAC. Pero no hay actividad que les haga sentir como un superhéroe como la que realizan en hospitales. Disfrazados de Spider-Man y otros personajes, acuden a Solca para llevar alegría a niños que sufren de cáncer. Pero esa es otra historia: otro capítulo de la película de estos ‘hombres araña’ guayacos.