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Diario Extra Ecuador

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Una consulta médica de terror

Una joven, de 17 años, habría sufrido abusos durante su primera visita al ginecólogo, en el norte de Quito.

‘Angélica’ y su madre aún no superan los hechos que habrían ocurrido el pasado 8 de septiembre.

‘Angélica’ y su madre aún no superan los hechos que habrían ocurrido el pasado 8 de septiembre.Henry Lapo

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Era la primera vez que ‘Angélica’ (nombre protegido) visitaba un ginecólogo. Estaba nerviosa, no sabía a qué se enfrentaría detrás de aquella pared de concreto que protegía una fría camilla en el consultorio 309, de un centro de salud del norte de Quito.

El pasado 8 de septiembre, su madre la acompañó mientras el médico tomaba sus datos hasta que él le pidió a la menor de edad que pasara a un pequeño cuarto donde empezaría el chequeo, sin su progenitora, sola y cubierta con una bata. Pero debajo, ‘Angélica’ aún llevaba puesto un brasier, aquel que el ginecólogo obstetra, como lo certifica la Secretaría de Educación Superior, desabrochó para continuar con el examen y que este no interfiriera en lo que, al parecer, tenía planeado con la víctima.

Inició tocando sus senos y minutos más tarde habría puesto su boca en ellos bajo la premisa de que debía hacer una “prueba de succión”. Después hizo que la paciente se levantara para supuestamente ‘manosear’ sus glúteos mientras le preguntaba si algo le dolía, y luego la acostó para presuntamente introducirle los dedos en sus partes íntimas, como si eso fuera parte de un chequeo ginecológico a una joven mujer de 17 años.

Cuando ‘Angélica’ salió del lugar, le consultó a su madre si lo que el médico le había hecho era normal. Juntas llamaron a otro ginecólogo, quien les explicó que ese procedimiento no es común, por lo que inmediatamente acudieron a la Fiscalía para denunciar el hecho bajo el delito de “abuso sexual”, como consta en la entidad investigadora.

Una pesadilla

Ahora la afectada no puede dormir, ha tenido pesadillas durante los últimos días, y su apetito se ha reducido considerablemente. Prefiere que nadie se le acerque, que nadie la toque, y a menudo llega a su mente la imagen del rostro del galeno que la atendió, como si la persiguiera a todos lados.

Su madre, una mujer de contextura gruesa, la abraza mientras ‘Angélica’ rompe en llanto al rememorar todo lo que, según ella, le sucedió dentro de ese consultorio elegante, bonito, bien distribuido...

La progenitora pretende que estos hechos no le ocurran a nadie más y está empeñada en que se haga justicia, para que el presunto “abuso sexual” a su hija no quede en la impunidad.

EXTRA acudió al consultorio médico en el que ocurrieron estos hechos, para obtener la versión del ginecólogo obstetra. Sin embargo, en el lugar indicaron que no conocían sobre la denuncia, y que el especialista no podía dar una entrevista porque estaba ocupado.

Según la Fiscalía, durante 2014 se registraron 9.506 denuncias por delitos sexuales. De estas, 1.905 se realizaron en Quito. Las modalidades más comunes fueron abuso sexual y acoso sexual.

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