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El lugar donde fue amarrada la víctima es un terreno vacío, en Patutan.

¡Se salvó por ‘un pelito’ de ser violada!

Una joven fue presuntamente atacada por dos sujetos, la tarde del lunes. Sus gritos alertaron a los moradores, quienes acudieron en su ayuda.

Pareciera que fuera un pueblo olvidado en el que ningún habitante quiere hablar de nada con ningún extraño, pero se trata del barrio Patutan, perteneciente al cantón Latacunga, de la provincia de Cotopaxi. En la zona, los comentarios entre ellos son iguales y en su gran mayoría hablan de la inseguridad que hay en el lugar tras la muerte de Jenny Gissela Tiglla Toapanta, de 19 años, quien fue encontrada en unos linderos de un espacio vacío donde había maíz sembrado. La joven fue estrangulada y violada.

La tarde del lunes hubo otro caso de agresión. Una mujer se salvó de que le pudiera pasar algo similar. El hecho ocurrió a unos 50 metros de donde encontraron a Jenny.

Uno de los moradores que pidió no identificarse explicó que muchos habitantes salieron a marchar el lunes en protesta de la inseguridad de Patutan. Mientras esto ocurría, dos afrodescendientes habrían amenazado a la joven y la amarraron con unos sacos.

“Al principio pensamos en una broma, pero por los gritos de la chica nos dimos cuenta de que no era así, por lo que salimos rápidamente a ver qué era lo que pasaba y al llegar los tipos se fueron corriendo”, expresó el entrevistado.

La muchacha quedó abandonada y con su ropa rasgada, por lo que se presume que querían abusar de ella. La trasladaron hasta el centro de salud que queda por la zona y le brindaron los primeros auxilios.

En la localidad de Patutan nadie se quiere referir al tema. Sin embargo, el presidente del sector, Óscar Caisaluisa, indicó que están gestionando para tener presencia policial en la zona y así tener un poco más de confianza.

Además, ayer se trasladó hasta la dependencia de la Fiscalía para presentar la respectiva denuncia del caso debido a que sus pobladores se sienten con mucho temor.

En el barrio, Rigoberto Ramón dijo que “es escalofriante” lo que están viviendo y que se debe tomar cartas en el asunto.

Ramón se desempeña como conductor de un bus y afirma que en la noche es muy peligroso por lo que ellos se retiran temprano, ya que en otras ocasiones ha visto como a sus compañeros les han intentado robar.

En Patutan, los habitantes están organizándose para volver a realizar otra marcha pacífica y así exigir a las autoridades que den con el paradero de los agresores que han cometido sus hechos ilícitos en las últimas semanas.