El ‘pito’ de los taxis en Ecuador

La Unión de Cooperativas de Taxistas del Guayas (UCTG) organizó la mañana de este 26 de julio de 2017, una nueva jornada de paralización de actividades.

El objetivo fue expresar el rechazo a las plataformas móviles que brindan servicio de transporte en la ciudad.

Este conflicto entre taxis amarillos y las autoridades de tránsito de Guayaquil se ha convertido en una tema de agenda permanente. Lo que empezó con unas manifestaciones aisladas, cada vez se atenúa más y busca nuevos frentes.

Estas aplicaciones no se han podido incorporar amistosamente en Ecuador. Uno de los principales motivos es la falta de permiso de operación por parte de la autoridad pertinente.

Pero paradójicamente estos servicios se convierten cada vez más en una alternativa entre los usuarios del país.

Las exigencias de la Unión de Taxistas del Guayas

La informalidad es un problema al que los taxistas afiliados se han tenido que enfrentar por más de veinte años. Así lo indica George Mera Alcívar, presidente de la UCTG.

Cuando la Autoridad de Tránsito Municipal asumió sus competencias en 2012 —dice Mera–— la informalidad y la piratería en el transporte público “debió ser una prioridad”. Sin embargo, esta disyuntiva continúa, agrega.

Esta institución exige a las autoridades de tránsito que se realice un estudio de factibilidad que determine si amerita o no dar paso a nuevas unidades.

Mera asegura que no se oponen al funcionamiento de nuevas opciones de transporte en la ciudad, siempre y cuando reciban el permiso correspondiente.

Exigen además, la intervención del presidente de la República, para que a través de un decreto estas plataformas al margen de la ley de tránsito, salgan del país. Sin embargo, en caso de obtener la autorización pertinente, deberán acudir a la Asamblea Nacional para plantear una modificación a la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, que les permita operar con cualquier vehículo.

El taxímetro: determinante para los usuarios

Uno de los factores que interviene en los usuarios a la hora de decidir entre un taxi amarillo (formal) o los de una app, es el uso del taxímetro.

Andrés Castells Pérez, usuario de Cabify, asegura que llevar un control sobre la tarifa que debe pagar al final de un recorrido, es determinante. Además, siente que el trato que recibe con estas compañías es personalizado y seguro.

“Si olvidaste algo dentro del taxi o te cobraron de más, es mucho más fácil comunicarte con el conductor, porque la app te da toda la información”, dice Castells.

La UCTG, por su parte, afirma que ellos están dispuestos a utilizar el taxímetro. Y que es un “mito” aquel que los acusa de no querer usarlo.

“Nuestra tarifa no se ha regulado desde el 2003. Resulta injusto que un compañero taxista trabaje con una tarifa de hace catorce años, cuando un carro costaba 6 mil dólares y ahora cuesta 20 mil. Las tarifas que ellos (informales) manejan, se las han autoimpuesto y nadie los regula”.

La facilidad que presta el no tener que pagar necesariamente en efectivo es otra de las razones que atrae a los usuarios. Así como las constantes promociones que otorgan crédito a los pasajeros para usarlo en futuros traslados.

Plan de mejoras en el servicio

La UCTG ya presentó a la Alcaldía de Guayaquil una propuesta “vehículos de alta gama”. Con ello se pretende conseguir la aprobación de la Agencia Nacional de Tránsito para utilizar vehículos más grandes y de mayor cilindraje.

Así se busca ofrecer un mejor servicio, en especial a los turistas. Según George Mera, “el alcalde ha visto con buenos ojos esta iniciativa”.

Acciones futuras de la ‘Fuerza Amarilla’

En caso de no recibir un pronunciamiento claro por parte de las autoridades ante estas exigencias, la ‘Fuerza Amarilla’ (taxis formales) tienen preparada una nueva movilización el 2 de agosto próximo.

Dirigentes de las diferentes compañías aseguraron que esta vez irán al Servicio de Rentas Internas (SRI). Pedirán que se investigue cuál es el proceso que están siguiendo Uber, EasyTaxi y Cabify para tributar.