Así como se lleva la educación a distancia se hace con el empleo fuera de la oficina: el teletrabajo. Aunque no se trata de un descubrimiento reciente. En realidad, es una modalidad que se impulsa desde 1970 y que se originó en Estados Unidos, en un intento por ahorrar energía y combustible. Su popularidad creció, se expande por Latinoamérica y eso incluye a Ecuador.

Brasil fue el pionero probándolo en la región en 2004 y desde que empezó el 2018 hasta el Ministerio de Trabajo en nuestro país le dio su respaldo para incentivar la economía y las oportunidades laborales. La gran pregunta para quienes analizan postular a un puesto así es: ¿Y cuál es el perfil esperado?

Pues Cecilia Holguín, cofundadora de Lila - Working Moms, tiene dos años abriendo el mercado del teletrabajo en el país y convenciendo a empresas para que ofrezcan oportunidades que se ajusten a realidades de madres de familia dispuestas a trabajar medio tiempo desde casa, por horas o en modo freelance. Esa es la gran conquista al final.

De este tiempo de experiencia, Cecilia rescata algunas características que no le pueden faltar a un futuro teletrabajador y que ella considera mucho a la hora de contratar a alguien:

- Inteligencia emocional.

- Capacidad de comunicación.

- Apertura o desenvolvimiento con herramientas tecnológicas.

- Trabajo en equipo.

- Relación interpersonal e intrapersonal.

- Un buen entorno familiar.

- Apertura al cambio.

En esta lista, sin embargo, hay dos cosas en las que Holguín insiste: la familia porque se los necesita como “apoyo y consciente de lo que esto significa” y también la parte de voluntad para tomar el desafío del teletrabajo que ante todo exige autodisciplina: porque trabajar en casa no significa distraerse con todo y dejar las responsabilidades para último.

Además, la habilidad de poder adaptarse a lo que venga también es mencionada en el Manual de Buenas Prácticas en Teletrabajo, publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2011. Así de importante es y así de regulado se mantiene esta oferta laboral.

En el Manual se precisa, por ejemplo, algunas destrezas que debe alcanzar un potencial teletrabajador:

- Capacidad de proceder solo, sin supervisión; capacidad para tomar decisiones.

- Capacidad de autogestionar el tiempo.

- Seguridad, autonomía, autocontrol, proactividad, iniciativa.

- Flexibilidad para orientarse en la búsqueda y concreción de resultados.

- Competencia para plantear un plan de acción con objetivos, definiendo empleo de recursos y prioridades.

A todo esto, Cecilia desde Lila-Working Moms, le agrega las consideraciones que desde la empresa que desea implementar puestos así se debe tener: “Llegar a identificar si se les va a proporcionarles el Internet, todos los equipos y las nuevas estaciones de trabajo”. Asegura que todo debe quedar por escrito en el contrato y enfatiza que lo más importante en este proceso es la persona a emplearse.

En ese sentido menciona que los aspectos psicológicos y de competencias no se pueden descuidar. “Más que nada estar seguros que su productividad va a ser la misma o inclusive, mayor”, dice Cecilia, quien sabe que a pesar de que el país ya tiene una Guía Tecnológica para impulsa el Teletrabajo, no ha logrado la popularidad esperada.