Un fuerte sismo sacudió el jueves 24 de noviembre varios países de Centroamérica desatando evacuaciones de edificios en El Salvador y Nicaragua, así como advertencias sobre la posibilidad de oleaje peligroso en costas del Pacífico.

El terremoto de magnitud 7 tuvo su epicentro en el mar, a unos 149 kilómetros al sur de Puerto Triunfo en El Salvador, a una profundidad de 10 kilómetros, dijo el Servicio Sismológico de Estados Unidos. El Servicio ajustó la magnitud inicial de 7.2 así como la profundidad y el epicentro.

Testigos y medios dijeron que fueron evacuados edificios en la capital de El Salvador así como en Nicaragua, donde el presidente Daniel Ortega decretó emergencia nacional al coincidir el sismo con el paso del huracán Otto.

“Estábamos repartiendo el almuerzo de los diputados y empezó el temblor y lo sentimos bastante fuerte. Como el edificio de la asamblea está bastante dañado tuvimos miedo”, dijo Jacqueline Najarro, una vendedora de comida de 38 años, refiriéndose al deterioro que sufrió el edificio con un fuerte sismo en el 2001.

El Centro de Tsunamis del Pacífico advirtió que podría haber olas de tsunami en las costas de Nicaragua, El Salvador y Costa Rica. Por su parte, las autoridades de El Salvador dijeron que existía amenaza de tsunami, aunque las de Costa Rica las descartaron.

Los servicios de emergencia de El Salvador informaron que no hubo reportes inmediatos de víctimas ni daños graves, pero pidieron a pobladores costeros retirarse tierra adentro como medida preventiva. “Las comunidades de la zona costa se deben retirar hasta un kilómetro de la zona de playa. Sin vacilaciones”, dijo Protección Civil de El Salvador, en su cuenta de Twitter.

El sismo también se sintió en los departamentos de Honduras fronterizos con El Salvador, pero sin que se reportaran daños, informaron autoridades de prevención de desastres.

Según el Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocarec) este evento no reúne las condiciones necesarias para generar un tsunami que afecte al Ecuador.