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Tiburón de dos cabezas sorprende en la Península
De pescadores a biólogos, todos están sorprendidos. Le pesca incidental de un tiburón hembra embarazada terminó en el descubrimiento de un raro fenómeno.

El pescador que hizo el hallazgo piensa embalsamar al animal.
El eviscerador, Javier González, quien labora en el puerto pesquero de Santa Rosa se llevó tremenda sorpresa la mañana de este jueves 31 mayo al encontrar en el vientre de un tiburón hembra a una pequeña cría que tenía dos cabezas.
El hallazgo ocurrió cuando González quien lleva 26 años en el oficio de filetear peces de gran tamaño, limpiaba el escualo que fue atrapado de manera incidental por pescadores de este lugar a unas 50 millas de la puntilla de Salinas.
“Me di cuenta que estaba preñada y le partí el estómago, tenía dos placentas en la una encontré un pequeño tiburón normal y en la segunda fue que descubrí al raro animal”, narró con asombro, mientras mostraba al pez.
El tiburón que medía aproximadamente 40 cm, tenía dos aletas, un solo rabo y dos cabezas,
“Nos llama mucho la atención porque estos fenómenos ocurren muy pocas veces, hace unos cuatro años atrás también encontré uno similar”, aseguró González, pero en aquella ocasión no le dio importancia al hecho y depositó el tiburón entre las víceras.
Esta vez los compañeros del eviscerador se alarmaron al ver aquel animal acuático. Los comentarios del hecho fueron diversos: que podría tratarse de un caso más, que era señal divina porque algo va a ocurrir en el puerto y otros, opinaban que sería consecuencia de una contaminación en el mar.
Biólogos peninsulares consultados sobre el tema señalaron que en otros países se ha conocido de estos casos e inclusive existen fotografías de tiburones con dos cabezas ya en estado adulto, pero acá en Santa Elena por primera vez se sabe de este fenómeno.
“Se trata de un caso excepcional, he leído al respecto y los científicos desconocen las causas de estas mutaciones”, indicó el experto Richard Duque.
Para Bertha Carpio, del área ambiental de la Prefectura el hecho podría estar relacionado con alguna radiación o contaminación ambiental, pero señala que divisiones incompletas en estados de gestaciones ocurren hasta en los humanos, prueba de ello son los denominados siameses.
El pescador Javier González, domiciliado en el cantón La Libertad optó por llevar el pequeño escualo hasta su hogar y guardarlo para tenerlo como prueba de lo encontrado. “Esta vez voy a embalsamarlo para que la gente pueda ver que sí existen tiburones de dos cabezas en el mar”, comentó.