No cesan las denuncias sobre las estafas, presiones y asedios por parte de un grupo de ‘sondeadores’ o ‘foqueros’, en los exteriores del centro de revisión vehicular La Florida, noroccidente de Quito.

EXTRA hizo un recorrido en el sector y constató que tan pronto un vehículo aparece sobre la calle de ingreso, Florencia Malo, este es abordado por, al menos, 10 de estas personas.

Paulina Tapia llegó a las 10:30, para realizar el trámite de su auto, modelo 2018. Ella recuerda que hace dos meses casi cae en la estafa más común que se comete: el reemplazo de focos. “Una persona ofreció cambiármelos, pero costaba casi el triple de lo normal. Casi $ 9. Entonces llamé a mi esposo para contarle esto y él me dijo que no hiciera nada”, relata.

Cómo operan

A lo largo de la calle Florencia Malo se sitúan 10 negocios, entre mecánicas y locales de venta de accesorios para autos. En uno está Juan (nombre reservado), quien dice que operan entre 30 y 50 ‘sondeadores’, la mayoría extranjeros. Son contratados por los dueños de algunas mecánicas para captar clientes. A cambio de cada negocio concretado, a ellos se les adjudica el 20 % de la obra total.

“Esta gente se para en la esquina y no deja pasar los carros hacia los demás negocios. De las estafas se ha escuchado mucho. A una mujer le cobraron 1.000 dólares por cambiarle faros y plumas”, acota.

Juan también revela que los presuntos estafadores emplean imanes para quemar las luces traseras, aprovechando que el vehículo se detiene ante la presencia de tantos ‘sondeadores’.

El problema en la Florida Alta

Según la Agencia Metropolitana de Control (AMC), de los siete centros de revisión vehicular, el de La Florida es el más conflictivo, debido a estas novedades.

Wellington Sánchez, jefe de operativos de esta entidad, confirma que este año, solo en este sitio, se han ejecutado 47 operativos para controlar el correcto uso del espacio público y la licencia de funcionamiento de los locales.

“A través de las redes sociales hemos conocido de estos delitos de estafa. En estos días se clausuraron tres mecánicas donde realizaban reparaciones sin autorización”.

Además, Sánchez corrobora que muchos de los ciudadanos son persuadidos con violencia para que acojan los servicios que les ofrecen.