Gritos, malos tratos y hasta agresiones físicas en el ambiente de trabajo entran en la categoría de acoso laboral o ‘mobbing’.

La Ley Orgánica de Servicio Público (LOSEP) también define este término como: “todo comportamiento atentatorio a la dignidad de la persona, ejercido de forma reiterada, y potencialmente lesivo, cometido en el lugar de trabajo o en cualquier momento en contra de una de las partes de la relación laboral o entre trabajadores(...)”.

El ‘mobbing’ puede causar graves daños tanto físicos como psicólógicos a quienes lo experimentan. A nivel laboral se reflejará en el bajo rendimiento de los empleados, por eso es importante reconocer ciertas señales que ayudan a alertar sobre quienes sufren este maltrato.

Para la psicoterapeuta Ericka Ricaute, las señales son claras. Todo empieza por la incomodidad por asistir a lugar de trabajo. Y si el acoso es más frecuente se puede desarrollar depresión, ansiedad y otros síntomas físicos.

El ‘mobbing’ no sucede de la noche a la mañana. Según Ricaute, esto ocurre de manera paulatina y se va acrecentando día con día, al igual que sus síntomas.

El acoso puede ser multidireccional, es decir que se puede dar entre personas del mismo cargo jerárquico, subalternos o desde niveles superiores.

En países como España, la situación sobre acoso laboral es alarmante. Diario El Mundo menciona los datos publicados por la Asociación contra el Acoso Psicológico y Moral en el Trabajo, donde se indica que “el 15% de los trabajadores en España sufre acoso laboral”.

Otros estragos

Autoestima baja y depresión son algunas de las posibilidades extremas a las que se puede llegar. La experta recomienda tratamiento para ayudar a superar este tipo de circunstancias, en especial para recuperar el autoestima de la persona.

Aunque el siguiente paso para la víctima de acoso será ‘hablar’ y enfrentar la situación, Ricaute señala que lo primordial siempre es la salud y el bienestar del individuo, y “muchas veces el tema económico no representa todas las fases psicológicas que está pasando”.

El perfil del acosador

Si se trata de descifrar la mente del acosador, Ricaute indica una razón clave: amenaza. La persona que realiza el ‘mobbing’ se siente amenazada o molesta por su compañero, esto desencadena la ‘bola de nieve’ que incluso puede terminar en agresiones físicas.

Por esto es importante que las empresas faciliten varias vías de comunicación con los empleados y sobre todo, “fomentar la unión en el grupo de trabajo”.

La ley en Ecuador

En agosto de 2017, la LOSEP y el Código el Trabajo sustituyeron el término ‘hostigamiento laboral’ por ‘acoso laboral’ con el fin de sancionar el comportamiento que atente contra la dignidad de los empleados.

Ley Orgánica Reformatoria del Servicio Público - indica que este delito será sancionado con visto bueno y despido. En el caso de los servidores públicos se sancionará con destitución de su cargo.