¡30 años cargando la cruz!

Desde las 07:00 de este viernes 19 abril, se cumplió la más importante procesión religiosa en Viernes Santo que tiene la provincia de Santa Elena.

Se trata de la romería en donde miles de feligreses avanzan a pie desde la ciudad de La Libertad hasta la catedral de Santa Elena. El periplo comprende 8 kilómetros y el tiempo que dura el trayecto de fe es de aproximadamente cinco horas.

En esta procesión donde los presentes imploran perdón por sus faltas, resalta la figura de Luis Prudente, de 46 años, quien representa a Jesús en el calvario del vía crucis. Este humilde hombre cumplió tres décadas de simular al hijo de Dios.

Caminar descalzo por la tierra llena de espinas o por el caliente asfalto, están entre las dificultades que le toca enfrentar, además de los azotes que recibe por parte de los soldados romanos durante la jornada católica.

Prudente, quien empezó la tradición después que su padre falleció, recuerda que su progenitor siempre le pedía que haga de Cristo en Viernes Santo, pero lamentablemente murió antes de que su vástago se una al grupo denominado Soldados de Dios, que pertenecen a la Vicaría Episcopal de Santa Elena.

“En su tumba le prometí que cumpliría con su deseo y desde entonces soy el Cristo de la procesión, es muy doloroso todo esto que me toca vivir en este día pero lo más importante es que le sirvo a Dios y le cumplo a mi padre”, señaló.

Después de la penitencia “el Cristo peninsular” obligatoriamente descansa 48 horas debido al enorme esfuerzo que realiza cada año, pese aquello asegura que mientras viva lo seguirá haciendo, espera dejar el legado para sus familiares. Uno de los pedidos que hace a Dios antes de culminar la procesión es que lo conserve con buena salud para que el siguiente año pueda continuar como Jesús.

En la ceremonia de este día los devotos pidieron para que Dios ilumine las mentes de los nuevos gobernantes y que puedan hacer evolucionar a la provincia, así mismo los ruegos fueron para que la tierra deje de temblar, esto debido a que los últimos movimientos telúricos registrados tienen como epicentro la Península.