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El muro fronterizo de EE.UU. ya existe y Trump no fue el primero en tener la idea
La administración de Trump comenzó envuelta en polémica por un lado y aplausos por otro. Remover fondos para asociaciones de activistas a favor del aborto y resucitar proyectos de oleoductos paralizados por Obama son accionares que han metido al flaman

En 2006 extendieron el muro fronterizo en más de 1000 kilómetros
La administración de Trump comenzó envuelta en polémica por un lado y aplausos por otro. Remover fondos para asociaciones de activistas a favor del aborto y resucitar proyectos de oleoductos paralizados por Obama son acciones que han metido al flamante presidente en ‘el ojo de huracán’. Sin embargo, firmar la orden que autoriza el inicio de construcción del muro fronterizo con México fue la decisión más controversial que el empresario ha tomado.
Existe un punto clave que se debe tomar en cuenta tras este acontecimiento. En teoría, nadie va a construir el famoso muro ¿Por qué? Porque ya existía antes del mandato de Trump, exactamente desde el periodo de Bill Clinton.
En efecto, la administración de Clinton no sólo autorizó la construcción de pequeñas porciones del mismo a lo largo de la frontera, sino que desarrolló una dura ley anti-inmigración, también aplicada por Obama. Por su parte, George W. Bush en su administración haría posible la edificación del muro con el engrosamiento de sus ‘paredes’.
El primer muro contra las drogas
A principios del siglo XX, la primera porción del muro sería construida entre México y Estados Unidos. Se trataba de una serie de estacas que separaba la frontera de ambos países. No obstante, fue en 1996 cuando Bill Clinton decide poner fin a una separación fronteriza que, hasta el momento, sólo estaba en papel. Con ello erigió una valla de metal diseñada para frenar el intenso tráfico de drogas en la frontera México - Estados Unidos.
El resultado fue Nogales, dos ciudades gemelas de idéntico nombre. La ciudad era un eje económico y social, con personas trabajando de un lado y viviendo en el otro. Sucedió lo mismo en otras urbes como Tecate, Campo Andrade o Naco.
El muro frente al terrorismo
La situación en Estados Unidos se encrudeció luego del atentado contra las torres gemelas. El 11S dejó una sensación de una continua amenaza externa en todas las personas que vivían en el país. Por ende, el presidente Bush optó por poner ‘mano dura’ contra la inmigración ilegal. Para esto, el gobierno norteamericano planeó la construcción de una valla fronteriza de más de mil kilómetros de largo.
El proyecto fue aprobado por el Congreso estadounidense en 2006. La llamada ‘Acta de la Valla de Seguridad’ fue llevada posteriormente al senado, donde también obtuvo la victoria con la mayoría absoluta. Entre los votantes se encontraban senadores demócratas, como Hillary Clinton, partidaria de controles fronterizos fuertes.
Los datos y consecuencias
La actual valla que separa México de Estados Unidos está hecha de acero. También se complementó con otras formas de frenar la entrada de inmigrantes. Por ejemplo, desde 1992, se ha quintuplicado el número de agentes fronterizos de 4.000 a 21.000, como también el presupuesto enviado a este departamento, pasando de USD 1.500 millones a USD 19.000 millones en 2016.
En consecuencia, el número de personas tratando de pasar ilegalmente a Estados Unidos ha descendido en los últimos años. Pero, las muertes han aumentado desde el 2000. La policía fronteriza ha encontrado más de 6.000 cadáveres a lo largo de la frontera. El motivo se debe a que al no poder cruzar por zonas urbanas, muchos inmigrantes o traficantes buscan zonas remotas que no se encuentran valladas. Sin embargo, estos lugares son de extremo peligro por su estado geográfico.
Las aspiraciones de Trump
El actual presidente estadounidense ha expresado su deseo, por medio de una firma oficial, de la construcción de un muro de cemento. Con esto se refiere a ‘reforzar’ el ya construido haciéndolo más alto, más robusto y sin discontinuidad. Es decir, completar las zonas restantes. Esta construcción también significa un gasto aún mayor, tanto en mantenimiento como en construcción del nuevo muro, que podría ascender a los USD 25.000 millones.