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Trump prohíbe la entrada a EE. UU. a ciudadanos de 12 países y restringe a 7 más
Argumentando razones de seguridad, EE. UU. veta el ingreso de personas de varios países
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una nueva prohibición de entrada al país para ciudadanos de 12 países, además de imponer restricciones adicionales a otros 7. La medida, que entrará en vigor el lunes a las 12:01 a.m., busca reforzar la seguridad nacional, según indicó la Casa Blanca.
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¿Qué países están afectados?
"We cannot have open migration from any country where we cannot safely and reliably vet and screen... That is why today I am signing a new executive order placing travel restrictions on countries including Yemen, Somalia, Haiti, Libya, and numerous others." –President Trump pic.twitter.com/ER7nGM4TO2
— The White House (@WhiteHouse) June 4, 2025
Entre los países vetados se encuentran:
- Prohibición total: Afganistán, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Yemen, Myanmar, Chad, República Democrática del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea y Haití.
- Restricciones específicas: Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
Las razones del veto
La administración Trump justifica la medida con argumentos relacionados a la seguridad nacional, alegando que los países vetados presentan deficiencias graves en sus sistemas de verificación de antecedentes, cooperación con agencias internacionales, o altos índices de permanencia ilegal tras el vencimiento de visas.
El gobierno afirmó que las limitaciones buscan incentivar “la cooperación internacional y mejorar los sistemas de verificación y control”. Concluyó que “las medidas se mantendrán hasta que los países demuestren mejoras sustanciales en sus procesos de verificación y cooperación”.
¿Qué ocurre si entras a EE. UU. desde un país vetado?
Cualquier persona que provenga de una nación incluida en el veto migratorio y sea localizada dentro del territorio estadounidense puede ser detenida de inmediato por las autoridades migratorias. Esta entrada se clasifica como una violación grave, agravada por cuestiones de seguridad nacional.
En la mayoría de los casos, la persona enfrentará un proceso de deportación acelerada, sin derecho a audiencia ante un juez ni a presentar defensa legal. Esta expulsión puede ejecutarse en pocas horas o días. Además de ser removido del país, el afectado quedará con prohibición de reingreso, que puede ser permanente o extenderse por un periodo de 10 a 20 años.
Incluso si en el futuro las leyes cambian o el veto es revocado, el historial migratorio negativo permanecerá en los registros y puede impedir futuras solicitudes de ingreso, residencia o visado. En muchos casos, las consecuencias son prácticamente irreversibles.
Críticas y reacciones
Diversas organizaciones internacionales y defensores de los derechos humanos han rechazado la medida. La Unión Africana calificó la política como “discriminatoria”, mientras que activistas en EE. UU. la compararon con la controvertida “prohibición musulmana” implementada en 2017.
Además, se ha señalado que la lista de países parece estar influida más por motivos geopolíticos que por datos objetivos sobre amenazas a la seguridad o violaciones migratorias.
Esta orden ejecutiva recuerda a la prohibición de viajes de 2017, la cual fue duramente criticada y modificada tras múltiples demandas judiciales. Finalmente, fue respaldada por la Corte Suprema en 2018, aunque con modificaciones. La nueva versión amplía los países afectados y endurece los requisitos, lo que abre la puerta a nuevos desafíos legales.
¿Qué sigue?
La nueva política entrará en vigor el lunes a las 12:01 a.m. y será implementada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Departamento de Estado. Las embajadas estadounidenses ya han comenzado a suspender citas de visado y a emitir alertas a los ciudadanos de los países involucrados.
Habrá que esperar si esta política sobrevive el escrutinio judicial y político que, sin duda, volverá a poner en el centro del debate la naturaleza y el alcance de las políticas migratorias de EE. UU.
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