A Tatiana Pozo se le hace un nudo en la garganta cuando saca cuentas de las pérdidas generadas en 14 días de paralización.

Ella es dueña de un almacén de ropa que está en la calle Guayaquil, a una cuadra de la Gobernación de Tungurahua, donde los indígenas se han ‘adueñado’ del sitio y no permiten que nadie abra sus locales, pero este lunes 27 de junio, ella no aguantó.

Sus pérdidas ascienden a unos 10 mil dólares y “ese dinero no lo podré recuperar”, mencionó la comerciante, y por ello junto a otros decidieron no dejarse intimidar y pidieron a la Policía que los resguardara para poder trabajar, tal como pasó en el Parque Industrial, donde más de 3.500 trabajadores y empresarios se congregaron hasta que se les abrió el paso a sus sitios de trabajo.

Patricio Albán, gerente del Parque Industrial de Ambato, manifestó que desde que empezó el paro se vieron obligados a cerrar las 110 empresas, afectando la producción.

Desde las 11:00 de este lunes 27 de junio, alrededor de 100 policías despejaron la Panamericana Norte. No hubo enfrentamientos con los manifestantes, pero estos amenazaban con volver a cerrar hasta que el Gobierno atienda los pedidos.

Los empresarios solicitaron maquinarias y limpiaron los escombros de llantas quemadas, árboles y otros objetos.

No hay gas

Durante estos días de movilizaciones también ha escaseado el gas doméstico.

El gobernador de Tungurahua, Fernando Gavilanes, informó que las cisternas están represadas en las vías a Chimborazo y Guaranda por los bloqueos. “Ambato está desabastecida de gas”, expresó la autoridad.

Por la falta del combustible, Elsa Tibán tuvo que desempolvar su cocina eléctrica de dos hornillas para preparar sus alimentos, ya que sus pequeños, de 4 y 8 años, no esperan.