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En Quisapincha están dos de las víctimas de la masacre en Tamaulipas
Joel y Tatiana crecieron sin el calor y amor de sus madres. Las conocen apenas por las fotografías y por lo que sus abuelos y tíos les cuentan. Los niños de diez años son los hijos de dos de las víctimas de la masacre.

Joel es uno de los menores que creció sin figura materna debido a que su madre es una de las víctimas de la masacre.
Joel y Tatiana crecieron sin el calor y amor de sus madres. Las conocen apenas por las fotografías y por lo que sus abuelos y tíos les cuentan. Los infantes, de diez años, son hijos de las víctimas de la masacre de Tamaulipas, México.
Joel es hijo de Elvia Pasachoa; mientras que Tatiana, de Magdalena Tipantaxi. Ambas mujeres, oriundas de la comunidad El Galpón, en la parroquia de Quisapincha, provincia de Tungurahua, decidieron partir en busca de mejores días para su familia.
Eran amigas. Apenas tres cuadras separaban sus hogares. Ellas partieron juntas por ese anhelado ‘sueño americano’ que nunca hicieron realidad. Sus vástagos se quedaron en el país, sin sus progenitoras, cuando apenas tenían dos años.
Al mes de su partida, los padres de las dos féminas se enteraron de que ambas integraban la lista de 72 víctimas del mayor atentado ocurrido en ese sector de México, ocurrido entre el 21 y 22 de agosto del 2010. Entre los torturados, estaban cinco ecuatorianos; uno se salvó y alertó a las autoridades acerca del suceso.
Después de ocho años de esta tragedia, el gobierno mexicano informó acerca de la indemnización para los afectados. “Sería muy bueno que nos llegue esa ayuda. Así podemos seguir con los estudios del niño”, dijo Manuel Domingo Pasachoa, padre de Elvia.
Él mencionó que hace tres meses, en Azogues, convocaron a una reunión a todas las familias de los afectados. “Nos pidieron documentos del niño y de los padres; les entregamos, pero no nos han dicho ni el día, peor el monto que nos van a entregar”, expresó el progenitor.
María Tipantaxi, hermana de Magdalena, sostuvo que si en verdad les van a entregar el dinero será destinado para el futuro de su sobrina. Domingo también resaltó que desde que ocurrió la desgracia han recibido la asistencia de diferentes entidades del Estado.
Por su parte, Édgar Gallano, coordinador Zonal Tres del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, dijo que se reunió con miembros de Cancillería, con los dos coordinadores del Ministerio de Azuay y Tungurahua, donde los funcionarios mexicanos explicaron el proceso de la indemnización. “Estamos en contacto con la familia y los montos los darán a conocer el gobierno mexicano”, expresó.
Mientras la compensación llega, en El Galpón las dos familias aún recuerda a esas hijas y madres que nunca más volverán.