Lo logró. “He cumplido la promesa hecha a mis hijos, buscar justicia”. Así se consuela el padre de los dos menores de 14 y 10 años, asesinados en Ambato, Tungurahua, tras la sanción al implicado.

El delito se cometió el 12 de diciembre de 2019 y este viernes 2 de julio de 2021, el Tribunal Penal de Tungurahua sentenció al rumano Adrián Secuiu a pasar 34 años y 8 meses en prisión y cancelar 40 mil dólares por reparación.

El fiscal Fernando Casco mencionó que entre las pruebas se presentó videos de cámaras de seguridad con los que se determinó el recorrido del sentenciado, quien salió de la casa con un objeto brillante el día de los hechos.

Secuiu fue contratado por el padre de las víctimas para que haga adecuaciones en la vivienda, pero, según la abuelita de los niños, los mató por robar en la casa.

El jefe de la Dinased en Tungurahua, capitán Paulo Viteri, aseguró que es la primera ocasión que en Ambato se comete crímenes con tanta saña a menores de edad.

El padre encontró a sus hijos torturados y ese día prometió buscar al culpable.

El rumano fue extraditado desde Perú y fue puesto ante la justicia en Ambato.

La audiencia de juzgamiento se desarrolló desde el jueves y a las 16:30 del viernes 2 de julio de 2021 dieron la resolución. La sentencia “no me los devuelve, pero se hizo justicia”, remarcó el progenitor de las víctimas. (YIE)