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¡Una ‘poli’ que enamora!

Redacción Quito
Detrás de aquel uniforme policial se esconde la mujer, cuyo rostro cautivó a decenas de internautas en Facebook. Su mirada risueña había sido difundida a través de un selfi en la página oficial de la institución.
“No hay más que una manera de ser feliz, vivir para los demás”, reza la frase que acompaña la imagen de Catherine Carballo, la cual fue criticada y también resaltada por usuarios de esta red, quienes destacaron, sobre todo, su belleza física.
“Una mujer sea o no sea policía debe sentirse bien consigo misma, además un selfi no te quita tiempo ni interrumpe tu trabajo diario”, detalla Catherine frente a comentarios como: “Por eso nos roban los pillos, porque en lugar de velar por la seguridad del pueblo se la pasan tomándose selfis”.
La uniformada nació hace 26 años en Guaranda, parroquia San Luis de Pambil. Ella respeta las críticas y considera que una fotografía “no le hace a la persona... Detrás de una imagen hay un ser humano con virtudes y defectos”, afirmó a EXTRA.
Aquel selfi en Facebook alcanzó más de 42.000 ‘likes’ y fue compartido alrededor de 2.325 veces. También recibió un sinnúmero de cumplidos por la apariencia de la uniformada.
Después de esto, ha recibido muchas llamadas. Y, afirma que su familia se siente muy orgullosa de ella, no solo por la labor que hace en la Policía, sino porque es “una persona humilde, muy solidaria”.
Una vocación
La elección por pertenecer a la Policía Nacional -hace 33 meses- la hizo por vocación y por brindar un homenaje a sus padres, a quienes perdió hace varios años, pero que viven en cada una de las acciones cotidianas que realiza.
Su debilidad son los niños, pues manifiesta que no le gusta verlos sufrir. Recuerda que cuando trabajaba en la Unidad de Policía Comunitaria de la Plaza Roja de Guaranda (un mes y medio atrás) vio como unos menores de edad transitaban por allí con la misma ropa. Cuando se acercó a ellos le indicaron que su madre no los dejaba estudiar.
Catherine hizo lo posible por encontrar a la progenitora, y cuando la halló, le dijo que si los pequeños no iban a la escuela llamaría a la Dirección Nacional de la Policía Especializada en Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen). De esa manera logró que los pequeños vayan a clases.
Otra de las anécdotas que rememora la uniformada es cuando un hombre, quien debía tres años de pensión alimenticia, se rindió a sus pies al afirmar que “¡cómo no voy a colaborar con una policía tan bonita!”. Enseguida, el señor la siguió a la Unidad de Policía Comunitaria.
Es una madre muy entregada
Por ahora, Carballo trabaja en el Centro de Rehabilitación Social de El Turi, en Cuenca. Pero luego de cumplir con sus labores ‘corre’ a la casa para compartir con su hija de un año y nueve meses, dijo a EXTRA.
En su cuenta de Facebook ha compartido varias fotografías de su pequeña.
Por ahora, la uniformada está soltera, pero no descarta conocer a un hombre que entienda su trabajo y la valore como una mujer.