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Vende camarones en Ambato para poder vivir

Ambato (Tungurahua)
El cansancio y la mala noche no detienen a Benito Márquez Valencia. Este comerciante, de 42 años, viajó toda la noche, desde Chamanga, poblado ubicado a dos horas de Pedernales, hasta Ambato para conseguir su sustento.
El terremoto del sábado 16 devastó la comuna en que habitan más de mil familias. “Ahora estamos en carpas, en la calle. No se puede dormir porque la tierra no ha parado de temblar”, mencionó el vendedor de ojos tristes que sacó fuerzas para ofrecer sus camarones.
“Debemos trabajar porque nuestra gente no se puede morir de hambre. Necesitamos medicinas, comida y zapatos para los niños”, dijo Benito mientras acomodaba una hielera con 140 libras de camarón que vendía en Ambato.
El hombre manifestó que no pueden sacar productos por falta de vehículos. Para viajar desde Chamanga pidió al conductor de un camión que llevó alimentos que los traslade. Así pudo llegar a Ambato, donde vive su cuñada, quien tiene un restaurante en las inmediaciones del estadio Bellavista.
Para el viaje de Benito, sus compañeros de la asociación hicieron la ‘vaca’ para que salga a vender su producto extraído del mar.
“El dinero de la venta no solo es para los socios, sino para ayudar a los hermanos que tienen menos que nosotros. Debemos darnos la mano todos. Ahora esperamos que las autoridades tanto de Quito como de Ambato nos permitan poner carpas para vender nuestros productos. Queremos levantarnos, pero con trabajo honrado”, manifestó el hombre que ofertaba la libra de crustáceo para conseguir unos dólares.
(YIE)