Edison Velasco acelera la marcha de su motocicleta y le pide a su esposa que abrace fuertemente a su hija para que no se caigan del vehículo. Desde el domingo pasado, el hombre tiene miedo de circular por un camino de tercer orden que conecta el barrio El Común Alto con la avenida Simón Bolívar, norte de Quito.

Eran las 00:30 del domingo 15 de enero. Velasco fue a retirar a su pareja del trabajo y regresaban por dicho tramo a su domicilio. El morador vio un bulto y frenó a raya. Se acercó y observó el cuerpo sin vida de un joven con un charco de sangre a su alrededor.

Ambos alertaron del hecho a los moradores, quienes armaron un grupo y bajaron con palos y linternas para seguir indagando. Alumbraron al cadáver. Estaba boca abajo y desde su cráneo salía abundante sangre.

Velasco recuerda que junto a este había una hoja a cuadros en la que se podía leer: “Extorsión de Los Lobos”. Pero lo que más le llamó la atención fue una marca que el cadáver tenía en la parte trasera del cráneo. “Estaban escritas las letras “LB”. Parecía que le hicieron con un machete”, agrega.

Zona insegura

Agentes de Criminalística y de la Dinased llegaron a la escena y se percataron que la víctima no tenía un documento que la identificara.

Sin embargo, determinaron que tendría unos 25 años y que su cuerpo presentaba varias huellas de violencia provocadas por golpes, arma de fuego y cuchillos.

Según los primeros indicios, los policías presumen que a la víctima le habrían asesinado en ese lugar. Buscaron cámaras de seguridad cerca de la zona para saber si registraron el crimen, pero no las hallaron. Tampoco tienen pistas de los responsables ni del vehículo en el que se movilizaron.

Mientras tanto, los moradores de este sector rural se mantienen alertas y con temor.

Y no es para menos. A pocos minutos de allí, en otro camino sin asfaltar y sin iluminación, los moradores hallaron el cadáver chamuscado de un joven en un terreno baldío, el 4 de junio del año pasado.

El cuerpo estuvo en llamas durante casi 12 horas antes de que se alertara a la Policía.

Velasco dice que han solicitado a las autoridades que coloquen alumbrado público y asfalten la vía porque estos caminos que colindan con quebradas y laderas se han convertido en nicho de delitos.