La desgracia lo esperaba camino a casa. Eran como las ocho de la noche del martes 5 de enero de 2021, cuando Marcos Jacho, un reconocido abogado del cantón La Libertad, se encontraba por las calles Diagonal Primera e Ignacio Guerra. Y lo que vio lo llenó dolor.

En ese instante su hijo Max, de 9 años, y quien jugaba con un monopatín, fue atropellado por un bus de transporte público.

El desesperado padre por evitar que la muerte le arrebate a su hijo lanzó su auto contra el micro para que no siga el recorrido fatal y aunque logró frenarlo, no pudo impedir que el alma del niño se vaya al cielo.

Embargado de angustia lo tomó entre sus brazos y se lo llevó a una casa de salud particular. Tenía la fe de que se salvaría, pero los médicos informaron que al lugar llegó sin vida.

Para las personas que atestiguaron el mortal accidente, observar la escena les ‘partió’ el corazón.

El fallecimiento del menor conmocionó a los peninsulares, quienes se hicieron eco con sus notas de pesar en las redes sociales.

Según lo que contaron, el niño jugaba con su monopatín por las céntricas calles del cantón La Libertad, cerca de su vivienda. Por el mismo sitio rodaba la unidad de transporte que al llegar a las calles Diagonal Primera e Ignacio Guerra frenó para circunvalar. Entonces el menor, que iba por un costado, cayó en las llantas posteriores. El chofer presumiblemente no se percató y al continuar la marcha lo arrolló.

“El chofer no se dio cuenta que el pequeño estaba debajo, si no es porque el auto se chocó hubiese seguido su marcha”, dijo uno de los asustados ciudadanos que estaba en el sitio. (JL)