Exclusivo
Actualidad

Los hermanos fueron detenidos el viernes, pero el sábado los dejaron en libertad.

Ñañas habrían mentido sobre violación

Una tía de los implicados calificó a la denuncia como una “calumnia”. Sospechosos están libres.

Ana Zambrano no contenía el llanto al mediodía de ayer. No podía creer la detención de dos hermanos, que ocurrió el pasado viernes en la parroquia Laurel, de Daule. Ambos jóvenes, de 18 y 22 años, eran sospechosos de supuestamente violar a sus ñañas, de 15 y 17 años.

La señora aseguró a EXTRA que quería a los jóvenes como a sus propios hijos, en especial al mayor, que trabajaba con su nieto vendiendo salchipapas. Por eso lloraba desesperada en su vivienda, porque estaba segura de que eran inocentes.

Ella desconocía que ambos quedaron en libertad la tarde del pasado sábado, luego de la audiencia. Según el fiscal de Pedro Carbo, César Matías Gonzaga, las supuestas víctimas se habrían negado a realizarse el examen médico que corrobore la presunta violación. Además, presume que las hermanas habrían mentido y el caso está en investigación previa.

Al ordenar el examen ginecológico, la adolescente de 15 años habría dicho al doctor que había tenido relaciones sexuales con su novio, y que no habían sido sus hermanos. La otra chica también aseguró que sus ñaños no la habían tocado, informó el fiscal.

Lo que pasó

Las supuestas víctimas habrían contado al personal de la institución donde se educan que sus ñaños, aparentemente, abusaban sexualmente de ellas desde la muerte de su progenitor.

No obstante, una tía de los implicados calificó al hecho como una “calumnia”. “No se sabe si las chicas dijeron eso porque se querían deshacer de los hermanos”, mencionó.

La pariente presume que el problema se desencadenó porque el mayor de los chicos habría regañado a la mayor de ellas por salir de noche.

El sargento segundo Carlos Cruz, encargado de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) de Daule, informó que los cuatro hermanos implicados, y otro menor de edad, residían en la misma casa a raíz de la muerte de su progenitor.

La mamá vivía en otro domicilio porque tenía otro compromiso. La tía de los muchachos indicó que ellos comían en casa de la abuela paterna y la adulta mayor desconocía de la aprehensión y de la denuncia. “No le hemos dicho nada porque tememos que se perjudique su salud”.

Cruz añadió que las adolescentes estarían residiendo en Guayaquil con otro pariente.