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¿Las películas violentas fomentan el gusto de los menores por las armas?
La investigación examinó a 104 niños con edades comprendidas entre los 8 y los 12 años.
La discusión sobre la influencia de los contenidos televisivos en la audiencia infantil no es reciente. Sin embargo, el hallazgo de un estudio científico publicado en EE.UU., este lunes 25 de septiembre, que analizó el efecto que el uso de armas en películas tiene en los niños a la hora de jugar, trae novedades al respecto.
El trabajo constató que los niños que ven películas que contienen escenas con armas tienden a jugar más tiempo y de manera más intensa con juguetes bélicos. En esta investigación —dirigida por los doctores Brad J. Bushman, de la Universidad Estatal de Ohio, y Kelly P. Dillon, de la Universidad de Wittenberg— se examinó a 104 niños con edades comprendidas entre los 8 y los 12 años, según el estudio publicado en la revista especializada JAMA Pediatrics.
Los pequeños, agrupados por parejas, visionaban de manera aleatoria veinte minutos de una película de acción en una de sus dos posibles variantes: la versión original o una editada en la que se habían suprimido las escenas en las que aparecían armas.
Tras observar el largometraje, las parejas eran llevadas a una habitación en la que había un escritorio con armas de juguetes guardadas en un cajón. De las 52 parejas que componían el grupo, 43 encontraron los juguetes, 14 de las cuales avisaron de su presencia a los responsables.
Según los responsables del estudio, la visión de imágenes violentas no tuvo ningún efecto significativo sobre qué parejas encontraron las armas o comunicaron su presencia a los adultos. Sin embargo, sí se pudieron observar diferencias notables a la hora de jugar con ellas.
Mientras que los niños que habían estado expuestos a imágenes que incluían armas pasaron una media de 53,1 segundos sosteniendo los juguetes y apretaron el gatillo 2,8 veces, los que vieron la versión editada apenas los cogieron 11,1 segundos y dispararon 0,01 veces.
“Creemos que los datos obtenidos suponen un comienzo convincente para entablar un diálogo sobre los diversos factores que pueden aumentar el interés de los niños en las armas y en la violencia”, afirman los autores en las conclusiones del estudio.