Yeisson Stith Reyes Reyes, un colombiano de 31 años, llegó escoltado por policías hasta Colombia, la noche del sábado 13 de julio, luego de que fue deportado de Ecuador.

Al extranjero lo capturaron durante un operativo policial en la avenida José María Alemán, mejor conocida como La J, ubicada en Solanda, un sector popular del sur de Quito que ha estado marcado por la violencia y el crimen organizado, según la Policía Nacional.

El 10 de julio, el sujeto trató de esquivar el control de los agentes, pero estos se dieron cuenta y lo retuvieron. Por unos segundos, Reyes intentó resistirse a entregar sus documentos personales, hasta que dio su pasaporte.

Los uniformados lo llevaron a la Unidad de Migración donde constataron que el colombiano tenía cuentas pendientes con la justicia del país cafetero.

Según un documento al que EXTRA tuvo acceso, el 28 de octubre del 2022, el Juzgado Noveno de lo Penal de Cali sentenció a 220 meses de prisión (18 años y cuatro meses) a Reyes por los delitos de homicidio simple y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego.

Al encontrarse en libertad, las autoridades colombianas emitieron una orden de captura en su contra.

Su negocio habría sido una fachada en Solanda

Al conocer esta información, el Ministerio del Interior del Ecuador lo consideró como “una amenaza o riesgo para la seguridad pública y estructura del Estado”.

Según las primeras investigaciones, el sujeto era un comerciante ambulante. Solía ubicarse en la intersección de las calles José María Alemán y José Abarcas para ofrecer zapatillas y otras prendas deportivas. A pocos metros de la Unidad de Policía Comunitaria. Sin embargo, se presume que esto habría sido solo una fachada.

Agentes de inteligencia indicaron que se indaga si el extranjero tendría algún nexo con las estructuras criminales que operan en la zona y expenden sustancias estupefacientes.

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Además, existe información de que habría tenido contacto con alias La Patrona, mujer que fue asesinada con su pareja, en febrero del 2025. Al parecer, el colombiano le ayudaba a cobrar las extorsiones en esa zona de Solanda, lugar donde acribillaron a la presunta vacunadora.

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