Un tiburón y una mantarraya se encuentran librando el duelo más importante de su vida: la paternidad de cuatro ‘rayitas’ que están en camino en un acuario de Hendersonville, localidad ubicada al noreste de Estados Unidos.

Charlotte, una raya hembra adulta, es cuidada en un centro de vida silvestre marina desde hace ocho años y en todo ese tiempo nunca había presentado una anomalía en su salud. Sin embargo, hace poco tiempo un “tumor”, según los cuidadores, fue descubierto en el cuerpo del animal.

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Al oscultarla notaron que no se trataba de una tumoración, sino de una barriguita de embarazo. “Podrían ser entre tres y cuatro crías”, dijo uno de los cuidadores a la agencia AP.

La sorpresa de esta noticia es que Charlotte no compartía tanque con ningún macho de su especie, por lo que no pudo ser fecundada por ninguno. No obstante, también han ‘lanzado’ la posibilidad de que uno de los cinco tiburones que nadan en su misma agua sea el padre.

Un experto en especies acuáticas aseguró a la agencia que ese intercambio interespecie sería imposible.

Por otro lado, la opción más votada como la razón de su preñez sería ella misma: habría ocurrido el proceso de partenogénesis, que es un proceso de reproducción asexual (no necesita del sexo opuesto para hacer crías).

Este empieza con huevos no fertilizados que se fusionan con otra célula para luego ser desencadenar división celular y finalmente formar un embrión. “No es que se estén clonando, solo es un raro fenómeno”, explicó Kady Lyons, una investigadora del acuario de Atlanta.

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