“Nadie sabe lo que realmente a mi me han quitado”, repite una y otra vez el padre de la adolescente que falleció, supuestamente, por una bala perdida en una exposición de tiro durante las fiestas de la provincia de Santo Domingo. Este martes 8 de noviembre, en un noticiero matutino de esa localidad el papá de la víctima señaló que, aunque le extienden condolencias por el difícil momento que atraviesa, eso no ayuda en nada.

El señor Luzuriaga quiere que la muerte de su hija obligue a los organizadores de ese tipo de actividades a ser más “responsables”. El hombre reclamó que la aprobación del show pasó por la mesa de seguridad, integrada por varias instituciones de socorro. Agregó que en el plan de contingencia constaban algunas de ellas, pero que estuvieron ausentes el día de la tragedia.

“Tienen que dar respuesta a mi familia, a la comunidad en general... nunca pensé que en ese lugar se me iba a quedar la mitad de mi vida”, expresó. Vinicio Rosillo, abogado de la familia, indicó que están vigilantes de todas las diligencias que se efectúan dentro de la indagación previa. Además, preparan la acusación particular a los tres uniformados que son procesados y a quienes vincule la Fiscalía en los próximos días.

Rosillo criticó que durante la audiencia de calificación de flagrancia, “la Fiscalía no pudo sustentar un pedido de prisión preventiva y debido a ello tenemos tres procesados que se encuentran en libertad”. También argumentó que el funcionario no efectuó las diligencias básicas para este caso.

Sin embargo, el abogado considera que no solo la persona que disparó es responsable de lo ocurrido, sino también quienes dieron su aprobación al ejercicio con balas reales, lo que calificó como un acto “irresponsable”. Rosillo afirma que solicitaron que las investigaciones sean trasparentes, pues quienes hacen las pericias es personal de Criminalística. Son policías y, por ende, compañeros de los tres procesados.

Se pudo conocer que más personas fueron llamadas a rendir su declaración de los hechos en la Fiscalía. Entre ellos, altos mandos de la Policía Nacional.